Juan Carlos Piñeiro (San Cibrao, Cervo, Lugo, 1977) sustituyó el pasado mes de enero a Xoán Bascuas en la secretaría general de Compromiso por Galicia -CxG-, partido fundado en diciembre de 2012 con representación a través de 43 concelleiros en Galicia y al frente de la alcaldía en tres concellos: Lalín, Muros y Miño. Aprovechando su visita a Ourense, Piñeiro analiza la actualidad política en la sede del partido de la ciudad, situada en la calle de la Habana.
-¿Qué cambió en el partido desde la salida de Xoán Bascuas?
-Cuando cambia una persona, cambia la forma de trabajar y cambian los equipos. De la anterior ejecutiva, tan solo permanecen dos personas. Mejoró el sistema de trabajo en cuanto a tiempo y dedicación. Metimos una marcha más.
-Usted fue el único en presentarse a la secretaría general del partido. ¿Por qué?.
-Cuando el consejo nacional convocó el congreso, hubo un periodo de contacto con las agrupaciones, viajé por toda Galicia para reunirme con ellas y me animaron a presentarme. Cuando haces un trabajo previo, no tiene sentido que haya más opciones cuando hay un consenso desde la base.
-A pesar de ello, afirmó que no será el candidato de CxG a la presidencia de la Xunta de Galicia.
-La tradición política en Galicia es que los secretarios generales de los partidos sean candidatos a la presidencia de la Xunta, algo que es de mala costumbre. CxG tiene claro que el partido tiene que tener una autonomía frente a la representación pública. Si predico eso, sería un irresponsable postulándome como candidato a presidente. Hay gente preparada para coger ese testigo y dar una imagen fuerte del partido.
-¿Entendió que era necesario ese cambio?
-Bascuas era quien creía necesario un cambio cuando presentó su dimisión después del resultado de las elecciones autonómicas. Lo que es medible no es cuestionable, y los resultados están ahí. Estamos cogiendo fuerza y se va sumando gente al proyecto.
-¿A qué cree que se debieron los resultados de Compromiso por Galicia en las autonómicas?
-Las elecciones estuvieron muy polarizadas: a favor del Partido Popular o en contra. Este no es el mensaje de CxG. No era nuestro momento.
-¿Continúan apostando por la concurrencia en solitario?
-Sí. La meta final es diferente a la del resto de partidos: queremos una Galicia con el máximo autogobierno posible dentro de Europa. Nosotros no dependemos de la Complutense ni de Génova ni de Ferraz. Lo que decidimos se decide en Galicia y para Galicia.
-Es esta la idea de galleguismo que proyectan.
-El galleguismo es un término que abarca muchas cosas. No es la exclusividad de nadie. Nosotros somos la mejor expresión política del galleguismo. Defendemos una Galicia autónoma y fuerte dentro de un Estado y dentro de Europa.
-Fuera de Galicia, ¿con qué partido entroncan las ideas de CxG?
-Nuestra relación fraternal es con el PNV (Partido Nacionalista Vasco), con un mensaje de una Europa de los pueblos, de una Europa en la que quieren el máximo autogobierno para el País Vasco. Además, demuestran su transversalidad: tienen un pacto de gobierno con el Partido Socialista de Euskadi y acaban de apoyar unos presupuestos del Estado beneficiosos para los vascos. Si CxG tuviera diputados en Madrid, la AP-9 no sería de peaje, sería de los gallegos. También tenemos muy buena relación con el Partido Socialista Portugués.
-¿Cuál es el objetivo a corto plazo de CxG?
-Llegar a un tercio de candidaturas en los concellos de Galicia: entre 110 y 120 candidaturas. En las últimas, tuvimos 44. Si llegamos a esa cifra, alguna diputación puede estar al alcance de CxG. Nos permitiría estar preparados para entrar en el Parlamento en el 2020.
-¿Y a largo?
-Tenemos que trabajar para que este sea el proyecto que vertebre Galicia. Queremos que CxG sea el PNV gallego: queremos que Galicia y los gallegos vivan bien, algo que solo estamos diciendo nosotros.
