El representante del colectivo social Stop Accidentes, Benito Bouzada, lo tiene claro: "La ciudad de Ourense lleva perdido mucho tiempo por un cambio de ciudad, ojalá este sea el momento en fijar otro modelo ". Desde su experiencia contrastada, advierte que las medidas no pasan solo por reducir la velocidad y su control lleva aparejada la instalación de elementos para reducir la velocidad, como la instalación de reductores de velocidad o pasos peatonales elevados, entre otros.
También señala que en el plan del 2012 ya se marcaba como meta la "pacificación del tráfico", y el objetivo de proteger a peatones y ciclistas, colectivos vulnerables en materia de seguridad vial.
Otra de las cuestiones a las que alude Bouzada es que el propio ciudadano debe concienciarse por un cambio de ciudad. Se trata de una hoja de ruta con "un largo camino pero que lo consideramos necesario por una ciudad mas saludable y segura".
En este sentido, reflexiona que "si otras ciudades ya la disfrutan por qué no Ourense". Y la referencia a que "era impensable hace años el poder andar por el puente Romano sin coches o la propia calle del Paseo". Dos referencias que para el representante de Stop Accidentes pueden ser pautas a seguir en el futuro.
