El alcalde de Punxín, Manuel Vázquez, espera conseguir subvención para poder acondicionar de acuerdo a la normativa de Sanidad los tres locales sociales que hasta hace poco se usaban de salas velatorias. De momento, el único que está autorizado es el local de la capitalidad, del que dice ya recibió de la Xunta el libro de registro en el que hay que inscribir cada difunto que allí sea velado, pero "parece que nadie quiere estrenar el libro", el cual tiene desde hace un mes.

El local social de la parroquia de Punxín es el único que desde un primer momento cumplía con todos los requisitos de Sanidad, desde antes de que sacará la normativa que prohibe el uso de locales sociales que no la cumplen las condiciones para sala velatoria. Según el alcalde, "solo nos mandaron arreglar una documentación y nos dieron el libro de registro para cada difunto".

Lo curioso es que desde que tiene este libro y solo se puede usar el local social de Punxín "nadie se muere", observa Vázquez que asegura él tampoco quiere ser el primero en aparecer en dicho registro.

Todos los fallecidos del municipio tendrán que recurrir a Punxín, cuyo local cuenta con dos salas velatorias acristaladas y con frío, y de momento asegura que seguirá siendo gratis a pesar del gasto que representa su mantenimiento para el Concello. Mientras tanto, buscará ayuda para acondicionar los locales de Ourantes, Vilela y San Esteban, con solo una sala para difuntos, ya que las arcas municipales no pueden asumir su acondicionamiento.