El Comité de Ética de la Diputación ha dimitido. Los cuatro integrantes del órgano independiente encargado de velar por el cumplimiento del Código Ético y de Conducta de la institución tomaron esta decisión ayer por la tarde en el transcurso de una reunión convocada para analizar el escrito en el que el presidente José Manuel Baltar ofrecía sus explicaciones acerca de la denuncia presentada en Fiscalía por una mujer que le acusa de haberle ofrecido trabajo a cambio de sexo. Lejos de llegar a una conclusión sobre si la conducta de Baltar vulneró o no el Código Ético de la Diputación, los cuatro miembros del comité decidieron de forma unánime presentar su dimisión irrevocable.
Se trata del abogado Miguel Ángel González Trigás; el presidente del Colegio de Secretarios e Interventores, Jesús Blanco Giró; el profesor de la Universidad de Vigo, Antonio González Fernández, y el politólogo Enrique Varela, designado por Transparencia Internacional. El secretario, que actúa con voz pero si voto, fue elegido por sorteo entre los funcionarios de la Diputación pero no ha formado parte de este caso ya que el PSOE lo recusó por su "vinculación con el baltarismo".
Con todo, ninguno de los cuatro quiere seguir formando parte de este órgano independiente y así lo recogen en un escrito que hoy mismo entrará por Rexistro Xeral en el Pazo Provincial. En dicho documento de renuncia, los cuatro miembros detallan sus motivos y también urgen a sus destinatarios que hagan público su contenido. También comunicarán su decisión a las instituciones que les designaron para integrar este comité para que, de considerarlo oportuno, inicien el proceso para los nuevos nombramientos. Fuentes del propio comité informaron ayer, al término de la reunión que se prolongó durante más de dos horas, de esta decisión pero no han querido explicar las razones antes de que estas sean conocidas tanto por el grupo provincial socialista que presentó la denuncia como por el propio implicado, el presidente José Manuel Baltar.
El Comité de Ética de la Diputación es un órgano independiente que se constituyó en julio de 2014 tres meses después de la aprobación del Código Ético, un documento redactado por Baltar Blanco que no logró el respaldo de la oposición. Esta era la primera vez que los cuatro integrantes se enfrentaban a una denuncia directa contra la conducta de un cargo público de la institución. Fue el PSOE el que activó el proceso con una petición expresa para que se valorase el comportamiento del presidente en relación con la denuncia y las grabaciones que trascendieron en las que se menciona la posibilidad de cambiar las notas de una oposición.
Horas antes de la dimisión del Comité de Ética y con la previsión de que a lo largo de la jornada se conocería su resolución, José Manuel Baltar no quiso explicar el contenido del escrito presentado por él en respuesta a la queja formulada por el grupo socialista. "El comité presentó un documento y yo, al día siguiente, un escrito respondiendo inmediatamente a este requerimiento", indicó. El contenido, precisó, "es para el Comité de Ética. Ignoro lo que va a hacer con él porque es un órgano independiente", zanjó.
El caso también se abordó en el Parlamento, donde el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo se reafirmó en que actuará "con prudencia y firmeza" y reiteró lo dicho hace dos semanas, que asumirá las responsabilidades que correspondan pero "con coherencia". La respuesta del líder del PP gallego tuvo reacciones inmediatas. El secretario xeral del PSdG, José Ramón Besteiro criticó la "tibieza" de Feijóo y su posición "de espaldas" cuando se trata de acusaciones como la que pesa sobre Baltar.
