Para Jorge Rincón y Rocío Sanz el sobreseimiento definitivo es también la confirmación de que el aprendizaje no solo está bajo el techo de la escuela. Tras meses de incertidumbre y el peso de la condena que para ellos supuso el mero hecho de ser sometidos a un procedimiento judicial, Mar iniciará un nuevo curso en Orange School, una escuela en casa con sede en California que le pondrá en contacto con sus compañeros de todo el mundo. La matrícula en esta escuela virtual cuesta 1.200 euros y requiere un compromiso con el centro y con el menor. "Educar así no es una ocurrencia nuestra, es algo serio y una decisión meditada", explica el padre. Añade que para poder llevarla adelante "hay que generar el entorno apropiado y adaptar nuestra vida a eso, pero aunque parezca extravagante es algo normal", sostiene.

El archivo es un "alivio" para ellos, aunque la condena, concluye, "la hemos llevado puesta todo el proceso".