La Comisaría de Ourense cumple 25 años. Asistieron al acto de conmemoración, además del subdelegado del Gobierno, Camilo Ocampo, y del comisario jefe, Ángel Barrera, la persona que se encontraba al frente de la policía en 1984, Pedro Crestelo.

Pedro Crestelo se jubiló el día 15 de noviembre de 1984, coincidiendo con la inauguración del nuevo edificio. La Comisaría abrió sus puertas oficialmente el día 6 de junio. Hasta la fecha, se encontraba en la primera planta del Gobierno Civil. "Pero como había que salir de allí, se planteó el problema de construir un edificio o alquilarlo".

Como la Dirección General de la Policía tenía en posesión el solar que ahora ocupa la Comisaría, hicieron unas gestiones para construir un edificio, en lo que Pedro Crestelo reconoce que les echó "una mano, muy eficazmente", el parlamentario y creador de Coren Eulogio Gómez Franqueira.

Una mano

Crestelo recuerda que Franqueira se puso en contacto con Pío Cabanillas y con el entonces ministro del Interior, Juan José Rosón, y se aprobó el proyecto.

Cuando el proyecto ya estaba aprobado, "hubo que reducir los presupuestos de la Comisaría de Policía de Ourense, dado el bajo índice de criminalidad que existía en la ciudad, por lo que el importe se iba a invertir en otro sitio, pero Gómez Franqueira nos echó una mano y se consiguió reconducir la situación".

El edificio, que se inició en 1981 y se remató en 1984, tuvo un coste de cuatrocientos millones de pesetas. En aquel momento había 160 agentes de la Policía Nacional y 33 de la Policía Secreta. En la actualidad, la Comisaría cuenta con unos 200 efectivos. La plantilla está muy rejuvenecida. El promedio de edad se sitúa en torno a los 40 años.

Unos cien agentes se dedican a atender el departamento de Seguridad Ciudadana, treinta pertenecen a la Policía Judicial, 12 a Extranjería y Documentación y 15 a Información.

Pedro Crestelo permaneció al frente de la Comisaría de Ourense ocho años. En aquellas fechas, el delito que más le preocupaba a las fuerzas de seguridad eran los robos. "La violencia era muy inferior a la que hay en la actualidad; si existía, no se denunciaba", concluye.