Concentrado en el escenario de Ojea, Cangas volvió a rememorar hoy el desembarco turco de 1617, aunque adaptado a la nueva plaga de estos tiempos que es el covid-19. La representación de "A Defensa da vila-María Soliña", que organiza el Concello y coordina Teatro de Ningures, no se pudo llevar cabo por los distintos escenarios del casco urbano, debido a los protocolos del coronavirus, pero el aforo de Ojea se completó para seguir la historia de este desembarco y la persecución por bruja de la Inquisición a María Soliña que escenificaron unos 60 actores y actrices con la colaboración de diferentes colectivos culturales y musicales de la villa.

Aunque faltó la emoción de esa lucha entre piratas y cangueses por las calles con un público que se metía en la acción, el espectáculo que se ofreció hoy en Ojea fue muy cuidado.