La identidad del autor del "Cruceiro das Angustias", conocido popularmente como "Cristo do barrio do Cruceiro", es uno de los grandes enigmas históricos en San Martiño, el núcleo original de Moaña. El incansable investigador sobre la historia local Manuel Uxío García Barreiro atribuye, tras sus investigaciones, su autoría a José Cerviño García -nacido en 1843 en el lugar de A Pena, parroquia de Augasantas y Concello de Cotobade- que en su época era conocido popularmente como "Pepe da Pena". Estas averiguaciones le llevan a datar esta obra en una fecha mucho más reciente de lo que se sospechaba. Concretamente en la década de 1890. García Barreiro explicará estos datos el sábado 4 de julio, en la ruta del programa "Descubre Moaña" que el Concello organiza por el casco histórico de San Martiño a partir de las 10.30 horas.
Las investigaciones de Manuel Uxío García Barreiro comenzaron por el libro "Cruceiros do concello de Moaña", elaborado en 1981 por el maestro Jaime Iglesias González en colaboración con sus alumnos de la Escola Graduada de Quintela. En ese libro, que se conserva en el Museo de Pontevedra, se señala que fue realizado por "un tal Cerviño, cantero analfabeto de Aldán". Pasados 39 años de este texto, el investigador moañés trató de completarlo. Investigó la vida y obra de Ignacio Cerviño, al que se le atribuye el Cruceiro do Hío. También analizó a José Cerviño, del que concluye que es el autor más probable.
La firma de José Cerviño en muchas de sus obras consistía en un "bonete de cuatro picos" en la parte superior de ellas. Incluso se encuentra esta figura en el panteón en el que descansan sus restos y que fue construido por él mismo.
Varios hórreos moañeses tienen incrustados en la parte más alta de sus pináculos estos bonetes de cuatro picos, todos ellos de la misma década de finales del siglo XIX. Uno de esos hórreos con la particular "firma" se ubica a solo 50 metros del "Cruceiro das Angustias" y se fecha en 1894. Otro con las mismas características se construyó en el lugar de A Paradela en 1896. García Barreiro los atribuye a José Cerviño, que tendría más de 50 años entonces, y a su hijo, José Cerviño Pena, que superaba los 20 años. Entiende que la fecha más aproximada para el cruceiro moañés se calcula en 1894 y recuerda que está documentada la presencia de José Cerviño trabajando en la zona tras finalizar, en mayo de ese mismo año, las obras de restauración de la iglesia de Beluso, iniciadas en noviembre del año anterior.
Entre 2018 y 2019 el Concello restauró el "Cruceiro das Angustias" desmontando su parte superior, para atajar sus grietas. Se esperaba desmontar el fuste y comprobar si contaba con alguna firma en su parte inferior. Sin embargo, el riesgo de dañar la obra obligó a mantenerlo en su sitio durante toda la restauración.
