La urbanización de la carretera de O Viso está a punto de convertirse en un proyecto fallido de la Diputación de Pontevedra. Ayer el concejal de Urbanismo del Concello de Cangas, Hugo Fandiño (PSOE) viajó a Pontevedra con la intención de desbloquear un proyecto que alcanza el millón de euros y que está paralizados desde 2016. Cierto que en gran medida la culpa de este fracaso es de los vecinos, ya que hay muchos que son contrarios a ceder parte de su finca para ensanchar la vía. Tampoco consiguió mucho el concejal ayer e la Diputación. Desde la jerarquía provincial se la apremió a sacar adelante el proyecto y él se comprometió a empezar cuanto antes las reuniones con los vecinos afectados para sacar adelante la obra. Pero no va a ser tarea fácil la de Hugo Fandiño, antes lo intentaron otros y otras y no se alcanzó el éxito. Además, bajo este proyecto en el que figuran aceras solo en un sentido, se esconde una lucha política. Fue el PP quien emprendió la odisea de esta obra, con un proyecto en el que aparecían aceras por ambas partes y que después la Diputación de Pontevedra, cuando cambió de Rafael Louzán a Carmela Silva, se afirmó de forma contundente que no había proyecto y que todo había sido una argucia electoral. Por si eso no fuera poco, el PP denunció el pasado año que el convenio entre Diputación de Pontevedra y el Concello de Cangas para realiza esa obra había caducado. En el convenio, la Diputación de Pontevedra ponía 800.000 euros y el Concello 200.000. También el PP denunció que la Diputación había desviado el dinero del convenio para la mejora del campo de fútbol de Balaídos.

Las expropiaciones no se contemplan en este proyecto. Así que de no llegar un acuerdo entre todos los vecinos, al margen de las ideas políticas, la urbanización y ensanche de esta vía, que va desde el cruce de O Viso hasta el Iglesario no se llevaría a cabo.

Los vecinos afectados discrepan, sobre todo, por el "desigual reparto" de cesiones que deben afrontar y que no se contemplen muros de contención y de cierre de parcelas más allá de reponer los que hay. En el encuentro que hubo en el Concello de Cangas con los afectados las autoridades políticas ya manifestaron que o se alcanzaba un acuerdo a había que renunciar a esta obra, para la que la Diputación de Pontevedra tenía un dinero reservado en su presupuesto, que se supone debe seguir. Pero que también espera dueño si la carretera no avanza.