El pasado 21 de octubre, María Valverde Pérez, de 28 años, emprendía la ruta en bicicleta, desde la capital londinense, en donde reside y trabaja desde hace seis años como trabajadora social, hasta París. Asegura que en Inglaterra es común recaudar fondos a través de un reto así y ella planteó esta ruta con la finalidad de llamar la atención y recaudar fondos para reconstruir una escuela en Beburung, un pueblo pequeño al norte de la isla de Lombok, en Indonesia, que había quedado destruida por un terremoto el año pasado.
La moañesa de nacimiento y canguesa por residencia había acudido a Indonesia de viaje de placer, perocomo ella dice, pasó tres días en Beburung y,"cambié los hermosos placeres de las típicas atracciones tutísticas por la inocencia, la pureza y las preciosas sonrisas de una comunidad que se recuperaba del terremoto donde los niños son el corazón y el alma de ese pueblo".
El jueves 24, tras cuatro días de ruta, llegó a París y completó su reto con el que asegura que ha logrado recaudar 2.300 euros (2.000 libras) para su causa: "Me ha sentido muy apoyada por la gente y las donaciones". Ligó su reto a la página web llamada JustGiving y lo promocionó a través de las redes sociales y de la página webSenbah , acrónimo de Senyum Bahagia, que en indonesio significa sonrisas felices. Es algo que Maria Valverde asegura que identifica a los niños indonesios, que no pierden su sonrisa a pesar de la pobreza y tragedias sufridas, como la del terremoto.
Si esta moañesa eligió París dice que es porque se trata de unade las rutas en bicicleta más conocidas ya que conecta dos capitales icónicas de Europa y porque es uno de los mayores eventos para recaudar fondos ya que atrae a cientos de ciclistas, incluso hacen grupos organizados por la misma causa, aunque en su caso lo hizo sola.
La joven realizó la ruta en cuatro etapas: Londres-Newhaven, en donde cogió el ferry; Dieppe-Rouen; Rouen-Juziers y Juziers-París. Se valió de una aplicación de móvil que le indicaba la mejor ruta en bicicleta en el mapa, aunque muchas veces acabó frustrada porque le mandaba por caminos alternativos, sin sentido "haciendo un recorrido innecesario, incluso por una autopista con muchos camiones a velocidad que resultó peligrosa. Pero recuerda que no podía volver marcha atrás y lo que hizo fue alternar caminando por hierba y barro junto a la carretera y retornar a ella cuando veía que no pasaban tantos camiones.
Otra anécdota que vivió aunque más graciosa fue que se encontró hasta en cinco ocasiones con el mismo grupo de tres chicos "por coincidencia pura". Primero en Londres, después en un pueblo entre esta capital y Newhaven; en el ferry y en París ante la torre Eiffel. ¿Y cómo no? También se los encontró de regreso a Londres en tren. De vuelta a la rutina, María Valverde esta experiencia como "algo increíble".
