Las obras de señalización viaria y pintado de zonas de exclusión de vehículos solicitadas por la asociación de vecinos de Viñó quedaron ayer "practicamente rematadas", señalan desde el colectivo que preside Esperanza Veiga, que se muestran "muy satisfechos" con las medidas tomadas y los resultados obtenidos y agradecen la implicación personal del alcalde, Xosé Manuel Pazos, del jefe de la Policía Local, Alberto Agulla, y de los operarios que ejecutaron los trabajos en los últimos días. "Solo quedan por colocar las señales de prohibido estacionar en tres caminos, que el Concello tiene encargadas" y se compromete a poner cuando lleguen, añaden, y confían en que los agentes se desplacen a Viñó cuando sea necesario y hagan cumplir las normas, sancionando a los infractores "que sigan poniendo los coches donde les dé la gana".

En el capítulo de sombras, la asociación vecinal lamenta que el Concello de Cangas no se haga cargo de la aportación de maquinaria para extender en la Rúa Preguntoiro la zahorra que comprarán los propietarios de los leiraparking de la zona para poder liberarse de la nube de polvo que forman los coches al transitar por la pista de acceso a las playas de Nerga y Barra, especialmente transitada cuando llega la temporada estival y que la normativa impide pavimentar.

También alertan del peligro de un pino de grandes dimensiones que está seco y del que se desprendieron varias ramas durante el fin de semana, aunque no llegaron a causar dalos personales. Esperanza Veiga lo comunicó a Medio Ambiente y este departamento autonómico dice que lo debe talar la Comunidade de Montes, por lo que el colectivo vecinal le dio traslado para que se retire cuanto antes.