"Vivo de la carretera", asegura José Manuel Posada, el conductor moañés que desde hace siete años se encarga de organizar los actos de San Cristóbal en Moaña y que ayer reunieron a decenas de vehículos, en una caravana que recorrió el municipio, a toque de claxon y portando adornos multicolores de flores y globos. José Manuel Posada lleva en la sangre lo de ser conductor, una profesión que las estadísticas confirman que va perdiendo profesionales y las empreas tienen que echar mano de trabajadores extranjeros, quizás por esa esclavitud que requiere echarse a la carretera durante días y lejos de la familia. Lo sabe bien este hombre que a sus 54 años, recorrió las carreteras de medio mundo al volante de autobuses, con líneas internacionales y de trailers. "NO todo el mundo vale para esto porque es muy esclavo", señala.

La ruta más larga que realizó fue en autobús desde A Coruña a Polonia. Estuvo dos años realiando este recorrido para llevar, sobre todo, a marineros que trabajaban en el país de los tulipanes.

Ayer, José Manuel Posada disfrutó en el día de su patrón San Cristóbal, rodeado de conductores que salieron animados a las carreteras de Moaña, eso sí, después de pasar por lo altares. En la iglesia parroquial del Carmen y oficida por el párroco, José Luis Muñiz, se celebró una misa cantada a las 20:00 horas, y acto seguido se sacó al santo para una de las procesiones más rápidas de una talla religiosa, a todo gas, sobre una furgoneta, y en medio de un estruendo de bocinas por las carreteras del municipio, sin faltar los caramelos que se fueron arrojando al público que en los arcenes quería ver la caravana.

La procesión partió poco antes de las nueve de la noche desde la iglesia del Carmen y se dirigió en sentido a Domaio para retornar por la parte alta del municipio, por Berducedo, Paradela, Sabaceda, Abelendo, Ameixoada, Casal, Rotonda del Gordo, ya en Cangas, y por la PO-551 por Tirán para bajar a O Con y seguir por Orillamar hasta la iglesia del Carmen.

En Cangas también hubo actos en honor al patrón de los automovilistas. A las 19:30, el párroco Severo Lobato, se instaló con la imagen del santo en la Praza da Constitución para bendecir los vehículos que pasaban por delante, incluidos los patinetes de los niños.

Posteriormente se celebró una misa en la excolegiata.

Los actos en Cangas fueron más tranquilos y con menos presencia de vehículos ue en Moaña en donde se superaron la cifras de participación del año pasado. José Manuel Posada no podía precisar cuántose vehículos iban, pero muchos y, sobre todo, de todo tipo: incluso había clásicos, antiguos y muchas motos". La caravana acabó sobre las 22:30 horas.