La lucha contra la carcoma que apareció en diversos lugares de la Casa de Xuventude de Cangas: suelo, escaleras, marcos y puertas, causa daños colaterales entre los trabajadores municipales y los pequeños usuarios que participan en las actividades que allí se desarrollan. Los trabajadores se quejan de un olor desagradable y también de alergias después de que en vísperas del Día de las Letras Galegas se procediera a fumigar este inmueble, que en su día fue el consistorio de Cangas. Comenta la concejala de Obras y Servicios, Mercedes Giráldez (BNG) que durante tres días se ventiló el inmueble, sin que al principio nadie sintiera alguna reaccion adversa. Fueron unos días después cuando comenzaron las quejas. Los técnicos municipales de prevención de riesgos laborales estuvieron el jueves inspeccionando el antiguo consistorio y está previsto que el próximo lunes técnicos de la empresa que el Concello de Cangas tiene contratada para la prevencion de riesgos realizarán una medición del aire, con el fin de determinar qué es lo que ocurre. Mientras tanto, la concejalía de Obras recomienda que las inscripciones que se están realizando ahora para los cursos de verano se hagan en el Concello y prácticamente se paralizaron las actividades dirigidas a los menores.

Mientras algunos trabajadores sí que están afectados, otros solo se quejan del mal olor, que supuestamente procede del producto utilizado para fumigar, trabajo que realizó la empresa que también realiza en Cangas las desratización.