En el Registro Xeral del Concello de Cangas tuvieron entrada ayer por la mañana las dos primeras solicitudes de familiares de personas cuyos nombres figuraban inscritos en letras de bronce en la fachada sur de la excolegiata de Cangasy que fueron retiradas el lunes. Ahora deberán aportar pruebas ante el Concello de que son los legítimos herederos, con el propósito de que no acudan después otros familiares a reclamar las letras. El gobierno municipal sabe que es un trámite que a los afectados les puede llevar un tiempo, pero recuerda que es para garantizar que los nombres se entreguen a quien realmente le pertenecen y evitar conflictos posteriores. También ayer, otros familiares manifestaron a FARO DE VIGO su intención de acudir esta semana a presentar la solicitud por registro.

Por su parte, el Arzobispado de Santiago emitió ayer un comunicado en el que asegura que no se opone a la retirada de los símbolos franquistas de la iglesia, pero pide que se reponga el otro religioso de la cruz. También menciona que ni el párroco ni el Arzobispado intentaron frenar la retirada de los símbolos, pero lamenta que el Concello no hubiera comunicado previamente los pasos a seguir en la retirada de los símbolos, ni se avisase al párroco ni a la curia el comienzo de la retirada.

El alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, dio cumplida réplica a las opiniones del Partido Popular y Cangas Decide respecto a la retirada de los vestigios franquistas de la fachada sur de la excolegiata de Cangas. El portavoz del PP, José Enrique Sotelo, había lanzando sospechas sobre que el Concello tenía el permiso del Arzobispado de Santiago de Compostela hace más de un mes y que si se decidió actuar el lunes fue por provecho electoral.

El regidor local recuerda que si fuera en provecho electoral no se habría hecho de la forma en la que se hizo, a primera hora, discretamente como cuando se asfalta un camino. También apunta que se trata de un proceso de conversaciones y reclamaciones que comenzaron en 2015 y terminaron, ahora, en 2019, pero porque así lo quiso el Arzobispado de Santiago de Compostela, que retrasó una decisión que se pudo adoptar mucho antes, sin coincidir con ninguna campaña electoral. Xosé Manuel Pazos evoca que en diciembre de 2018 llegó el permiso de Patrimonio de la Xunta de Galicia para actuar en la fachada de la excolegiata siempre y cuando el Concello de Cangas obtuviese el permiso del Arzobispado. Comenta el alcalde que la Iglesia alegó al expediente abierto por el concello y fue en febrero cuando se resolvieron las alegaciones. En marzo se presentó otro requerimiento al Arzobispado de Santiago de Compostela y en este mes se presentó la última aleación, que es la que da base al acuerdo finalmente firmado. Fue el 15 de marzo y pedía que el Concello se hiciese cargo del coste de la operación, ya que fue el Concello quien puso los símbolos franquistas. Los abogados de las partes se pusieron en contacto y en el mes de abril se firmó el acuerdo.

Pazos recuerda que después se abrió el plazo para contratar a una empresa que realizara el trabajo y presentar un proyecto a Patrimonio de la actuación que se iba a realizar.

En cuanto al líder de Cangas Decide, José Luis Gestido, que opinaba que la actuación en la excolegiata no era prioritaria para Cangas, el alcalde señala que el líder de la citada formación ya había manifestado públicamente su proximidad a la ideología de Vox. "Para Gestido non será prioritario, pero para o goberno de Cangas, sí. También señaló que hubo muchas reuniones entre el gobierno municipal, el Arzobispado y el cura párroco, Severo Lobato.