La Consellería de Medio Ambiente ha echado abajo la iniciativa de los vecinos de Donón de aprovechar varias fincas próximas a la Caracola como aparcamiento para vehículos en los meses más concurridos de visitantes. El servicio, que les generaría ingresos para financiar las fiestas de la aldea y reduciría el tráfico rodado en las pistas forestales hacia Melide y Cabo Home, es incompatible con la preservación de los recursos naturales y paisajísticos, señalan los técnicos del Servizo de Conservación da Natureza, cuyo estudio sirve a la Xunta para informar desfavorablemente la propuesta. La resolución ya ha sido notificada a los interesados, que en estas fiestas de Semana Santa ya no ofrecerán este servicio, lamentan desde el Concello, que colaboró con los vecinos para tramitar la solicitud.

"Resolvo non conceder autorización previa para a instalación dun estacionamento de vehículos nas proximidades da Caracola de Donón, dentro dos límites da ZEC [Zona de Especial Conservación] Costa da Vela, solicitado pola Asociación de Veciños de Donón", que preside José Antonio Coya Otero, comunica el jefe territorial de Medio Ambiente, José Manuel González. La resolución aclara que la circulación y aparcamiento de vehículos en el desarrollo de actividades de uso público (turístico, recreativo, deportivo o de ocio) "realizarase exclusivamente nas vías e áreas habilitadas para tal efecto" y solo "excepcionalmente" el órgano autonómico competente en materia de conservación de la naturaleza podrá autorizar la circulación y aparcamiento sobre hábitats de interés comunitario o de especies a conservar,. Siempre, recalcan, salvaguardando que "non se produza una afección apreciable sobre os compoñentes clave do patrimonio natural e da biodiversidade".

El entorno de Costa da Vela ya cuenta con tres estacionamientos señalizados, dos en Donón y uno en Cabo Home, en las inmediaciones de la playa de Melide, todos ellos en terrenos de la Comunidade de Montes de O Hío, además del que existe junto a las playas de Nerga y Barra, refieren desde la Consellería, antes de concluir que el nuevo aparcamiento solicitado por los vecinos de Donón "pode afectar de forma apreciable, directa ou indirectamente, ao espazo e aos valores protexidos e aos obxectivos de conservación do lugar". Considera "previsible" la afección de hábitats de interés comunitario asociados a los prados y también a los cursos de agua y medios hidrófilos, "que poden ser eliminados ou degradados por ocupación", además del riesgo de convertirse en un "foco de ruído e xeración de residuos" y de afectar a la calidad de las aguas subterráneas, entre otros.

En la Costa da Vela confluyen varias figuras de protección medioambiental, como Zona de Especial Conservación (ZEC) y Zona de Especial Protección dos Valores Naturais (ZEPVN) y están catalogadas distintas especies de fauna y flora a proteger, objetivo que la Xunta no ve compatible con el nuevo aparcamiento propuesto, aunque sus promotores tienen un mes de plazo para interponer un recurso de alzada ante Medio Ambiente.

Revés a una iniciativa vecinal sin ánimo de lucro

Con la masiva y creciente llegada de visitantes atraídos por su encanto natural, su privilegiada situación o los hallazgos arqueológicos en el Monte do Facho, Donón sufre la saturación de vehículos, y una de las posibilidades de rentabilizarla era habilitando un aparcamiento provisional en varias parcelas situadas en el entorno de la famosa Caracola. Así lo planteó la asociación de vecinos, cuya directiva, para examinar las posibilidades y sondear el respaldo del Concello, se reunió hace casi un año con el alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, y el jefe de la Policía Local, Alberto Agulla. La recaudación por prestar ese servicio, señalaron, se destinaría a sufragar las fiestas del lugar.

La iniciativa fue bien recibida por las autoridades locales, que colaboraron para determinar si la actividad sería legal, tanto desde el punto de vista medioambiental como fiscal, y tramitar los permisos. Las gestiones no permitieron habilitar el aparcamiento el verano pasado, pero, comenzado 2019, los vecinos se pusieron manos a la obra, se encargaron de acondicionar el terreno y abrieron la campaña con un precio simbólico, sin más lucro que para sufragar sus fines sociales. Ahora, la resolución desfavorable de la Xunta echa por tierra la iniciativa.