Todos en el sector de hostelería-los que pagan y los que piratean- coinciden en que el precio por el fútbol de pago es elevadísimo. El hostelero Santiago Blanco "Carolino", propietario del local "Cibeles" en O Rosal,asegura que siempre pagó 290 euros al mes, pero el año pasado se incrementó en 100 "y un bar no da para pagar tanto". Otro hostelero que sí que paga,reconoce, sin embargo, que esto es una "sangría" y que todo el sector debería de unirse a nivel de España para acabar con ella: "Pero el problema de nuestro sector es que no somos solidarios unos con otros. Si lo fuéramos y acordáramos una huelga y no poner fútbol, pondríamos a las operadoras y a la Liga de Fútbol con el rabo entre las piernas. Habría que decirles que a partir de ahora no podenos más fútbol. Esto se iba a extrapolar al resto del país".