"Recordando a Dionisia lembramos a todas as vítimas da ditadura Arxentina, 1976-1983." es una de las frases que reza la placa que ayer fue descubierta en el Parque da Palma de Cangas en recuerdo a la cofundadora del movimiento de las Madres de Plaza de Mayo. Coincidiendo con el décimo aniversario del fallecimiento de esta gallega emigrada a Argentina y que vivió en sus carnes la crudeza del régimen dictatorial se han sucedido en la comarca de O Morrazo varios homenajes. Después del de Moaña, este mediodía fue el turno de Cangas.

El responsable de relaciones institucionales de Amnistía Internacional, Manuel Martínez Barreiro, fue el encargado de abrir el acto relatando las vivencias y experiencias de Dionisia López y trasladando a la decena de conocidos allí presentes una carta enviada por la hija de la homenajeada: Rosaura Díaz.

"La historia de vida de Dionisia no fue nada fácil", relata la hija en un fragmento de su escrito, "no hay nada peor que perder un hijo, salvo perderlo y no tener un lugar para llorarlo", prosigue. Y es que el hijo de Dionisia, Antonio, fotógrafo de profesión, fue uno entre muchos: "Ella decía que no perdió a un hijo, sino que perdió y perdimos a 30.000". Un testimonio que fue escuchado con atención por diez de los amigos y amigas que Dionisia hizo en la zona de O Morrazo durante sus viajes a Galicia.

Al acto asistieron además representantes políticos del gobierno cangués.