La avispa velutina no hace ningún tipo de distinción ni discriminación. Tan válido le resulta el alféizar de una ventana, un hueco en un muro, la cornisa de un centro educativo o un elemento patrimonial tan gallego como un hórreo. Cualquier sitio es bueno para construir uno de sus nidos. Unos nidos que se cuentan por decenas en la comarca de O Morrazo, según denuncian desde la Asociación de Apicultores de Galicia (AGA), que critican la demora con la que se actúa desde la Consellería de Medio Ambiente. "Tenemos constancia de un aviso dado el 21 de julio en una casa de Sabaceda, en Moaña, en la que hay un niño de 4 años y otro de pocos meses. La respuesta fue que estaba en un ámbito privado y que no era prioritario. A día de hoy [por ayer] continúan sin retirarlo", explica José María Bello, de la delegación en O Morrazo de la AGA.
Los apicultores anunciaron hace meses que iban a dejar de retirar estos nidos, una tarea que realizaban de manera voluntaria y a costa de su tiempo, para forzar a la Xunta a asumir sus competencias. No obstante, reconocen que en los últimos días han tenido que volver al tajo de manera puntual. "Casi se podría decir que somos como los 'donettes', ahora nos salen amigos por todas partes", ironiza Bello. Muchos vecinos, desesperados por la lentitud y falta de respuesta por parte de la administración, busca como ponerse en contacto con los apicultores para que les retiren los nidos. "Lo estamos haciendo con conocidos o con gente que se ha comprometido a que el próximo año pondrá trampas para combatir a la velutina", explica. Eso sí, también han descartado acudir a algunas llamadas: "Hay sitios donde estuvimos el año pasado, le explicamos a los afectado cómo debían poner trampas para que no volviese la velutina y no nos hicieron caso. Hay que ser consecuentes", insisten desde la AGA para concienciar a los vecinos sobre la necesidad del trampeo.
Durante las últimas semanas no han cesado de aparecer nidos de velutina en diversas zonas, como en la fachada del IES As Barxas, en Moaña; las chimeneas de la urbanización de O Gatañal, en Cangas, o incluso en hórreos, algo especialmente simbólico para los apicultores. "Están colonizando hasta elementos tradicionales de nuestro patrimonio, como ocurre con un hórreo en Aldán, en la curva de acceso a la playa de Menduíña", cuentan. En este caso han construido el nido justo en la boca de uno de los respiraderos de la construcción.
También es significativo el que se localizó en el atrio de Sanamedio, en Beluso, donde los los vecinos critican la falta de respuesta a pesar de advertir de que se iban celebrar fiestas. "Era un nido primario en el hueco del muro. Una vecina de la zona avisó porque ya estaban empezando a construir otro, de carácter secundario, en su casa", cuentan. El martes se celebró la fiesta de Sanamedio y a última hora de la tarde se registró un incidente con dos niños de 3 y 8 años afectados. Estaban jugando en las cercanías del muro cuando fueron atacados por varias avispas.
El más pequeño recibió una picadura en un dedo y el mayor varias por el cuerpo. Los dos fueron trasladados al centro de salud, donde se les administró ibuprofeno y se les hicieron curas. Afortunadamente el suceso no tuvo consecuencias graves y poco después un apicultor acudió a la zona a eliminar el nido.
