A la salida del viaducto da Mó comenzará el nuevo marcado de la carretera de la autovía estrechando, cien metros antes que actualmente, y de forma paulatina, los dos carriles, para que los conductores adelanten su frenada. Esta medida se adoptará al pasar la señal que limita la velocidad a 70 kilómetros por hora. Se instalarán también bandas transversales reductoras de la velocidad. En las zonas delimitadas por pivotes azules se ubicarán barreras de plástico de tipo "New Jersey", para evitar la invasión del carril contrario en el "embudo". Finalmente, se aumentará la señalización, dejando clara la transición entre la autovía y una zona de obras.