El paso de embarcaciones bajo el puente de Rande afronta su última restricción debido a las obras. A raíz de los trabajos que se desarrollan en los tableros y la retirada de material que llevan a cabo de las constructoras, se ha decidido acotar la navegación a un pasillo de unos 200 metros de ancho situado en medio del viaducto. A lo largo de los últimos meses se han tenido que adoptar medidas similares para garantizar la seguridad de las embarcaciones que maniobran en la zona. Esta restricción, que se aplica desde el 1 de diciembre, es ya la última ocasionada por las obras de ampliación.

El canal de paso está señalado por boyas de colores repartidas bajo el puente. Las de tonalidad roja se sitúan en las inmediaciones del pilar norte y las verdes, en las del pilar sur. Otras marcas amarillas delimitan el perímetro de la zona excluida a la navegación.

Tras la instalación de la última dovela de los carriles exteriores, a finales de octubre, las constructoras encargadas del proyecto han empezado a retirar maquinaria. La semana pasada, por ejemplo, se desmontaron las grandes grúas que se usaron para izar las piezas.