La Dirección Xeral de Mobilidade ha respondido con el silencio a las demandas municipales de mantener la ruta directa por autobús entre Cangas y Pontevedra, así como la conexión por carretera con la parroquia de Coiro, que queda excluida del nuevo Plan de Transportes de la Xunta. El alcalde, Xosé Manuel Pazos, y la concejala de Obras e Servizos, Mercedes Giráldez, regresaron el miércoles de una reunión en Santiago con el subdirector xeral, Antón García, con el compromiso de que antes del viernes les daría una respuesta y la esperanza de que esta podría ser positiva, pero el plazo expiró y "non houbo esa chamada nin se presentou ningunha solución", lamenta Giráldez, que, como edil del BNG, anuncia "medidas de presión para que ningún veciño quede sen servizo de transporte público".

Los nacionalistas urgen soluciones porque el martes, día 8, se pone en marcha el nuevo servicio y ya será mucho más complicado dar marcha atrás. En ese cometido, no esperan nada del PP, a cuyo portavoz José Enrique Sotelo acusan de "incompetencia e desinformación" sobre este asunto y de actuar de "palmeiro" de sus correligionarios en la Xunta, "intentando desviar a atención" sobre las responsabilidad de sus compañeros de partido.

El BNG insiste en que sus concejales fueron tachados por Sotelo de "alarmistas e mentireiros" durante el último pleno, indicando que no desaparecería ninguna línea, pero luego recurrió a la prensa para desacreditar al tripartito y acusarlo de falta de gestión para mantener esos servicios, cuando el transporte es atribución de la Xunta, a la que responsabilizarán si este problema no se soluciona.