La Axencia Galega de Infraestruturas se vio obligada a retrasar un mes el plazo de la licitación del tercer subtramo de la futura Autovía do Morrazo, entre los puntos kilométricos 7+300 y 11+150. Es decir, entre el enlace de Meira y la primera salida de Cangas.

La razón es un error en el pliego de cláusulas administrativas particulares en idioma gallego, lo que obligó a publicar ayer mismo en el DOG el pliego correcto, que había sido subido a la plataforma de contratación el pasado 26 de enero.

Este pequeño error formal, como lo describen desde la Consellería de Infraestruturas, obliga a retrasar en un mes el plazo para la presentación de ofertas. Si inicialmente las constructoras candidatas tenían hasta el 20 de febrero para presentar sus candidaturas, ahora mismo tienen el plazo abierto hasta el 20 marzo. Es entonces cuando se podrán abrir los sobres con las ofertas para adjudicar los trabajos.

La Xunta maneja un calendario por el cual pretende que los tres subtramos de la futura autovía estén en obras este verano.

De momento, y pese a los inconvenientes con los desmontes que obligaron a cerrar hasta finales de febrero los primeros 6 kilómetros del Corredor, se están cumpliendo los plazos previstos. Antes de que finalice 2017 debería estar concluido el desdoblamiento de todo el primer subtramo, entre la rotonda de Domaio y la salida de San Lourenzo. El único punto en el que no se está trabajando es el del túnel de Montealegre, porque continúan las excavaciones arqueológicas en el castro.

En la rotonda de Domaio ya es visible el pie del futuro viaducto que enlazará esta autovía directamente con la autopista AP-9.

El plazo de ejecución del tercer subtramo está previsto en 24 meses y el importe para desdoblar los 3,87 kilómetros lineales se calcula en 18,2 millones de euros.

Además del desdoblamiento del tronco del Corredor, las obras supondrán la remodelación parcial de los enlaces de Meira y de Moaña; el desdoblamiento del Viaducto da Fraga (de 330 metros); la ampliación de dos pasos superiores y cinco inferiores existentes; además de la reposición de la pasarela peatonal metálica, a la altura de Broullón.