Las cuentas que regirán la vida política de Moaña a lo largo de 2017 fueron el principal punto de debate en el último pleno de la corporación moañesa celebrado anoche. El bipartito (BNG-PSOE) aprobó en solitario unos presupuestos que ascienden a 10,5 millones de euros. El PP solicitó su retirada del orden del día, sin éxito. El popular Juncal Gallego criticó el escaso margen de tiempo para estudiar la propuesta de cuentas "pois o documento final o recibimos un día e medio antes do pleno". Aludió también al informe de Intervención "que sinala en varias ocasións os desaxustes" y, tras anunciar el voto en contra de su grupo político, aseguró que presentarán "unha alegación á totalidade do orzamento, por falso e insostible". También criticó el incremento de la previsión de ingresos por la vía de impuestos.

Las cuentas fueron presentadas de forma didáctica por el concejal de Facenda, Aldán Santamarina. Apoyándose en una presentación proyectada explicó una a una las partidas.

En el capítulo de ingresos destacan los 4,3 millones de euros procedentes de impuestos, que suponen un 40,74% de los ingresos totales. La mayor parte proceden del IBI (más de 3 millones), que sufre un incremento por la actualización paulatina de valores catastrales que se realiza desde el año 2008 y por la inspección catastral que realizó de oficio el Ministerio de Hacienda.

Por la vía de las subvenciones el Concello percibirá 1, 5 millones: cerca de medio millón procedente de la Xunta y más de 1 millón de la Deputación.

En lo que corresponde a las transferencias de otras administraciones, las arcas moañesas percibirán más de 4 millones de euros. Hasta 3,5 millones procederán de su participación en los tributos del Estado, y 544.000 euros partirán del Fondo de Cooperación Local de la Xunta.

Finalmente, el capítulo de ingresos incluye más de 600.000 euros por tasas y precios públicos, en donde se contempla la actualización de precios de la piscina municipal o 140.000 euros por multas de tráfico o derivadas de infracciones urbanísticas.

En el capítulo de gastos la partida de mayor calado sigue siendo la de personal, al que el Concello dedica 4,5 millones de euros (un 42,88% del gasto total) y que incluyen el suplemento de un 10% del sueldo para el personal contratado por la Diputación y que así podrán superar el salario mínimo.

En el fondo de contingencia se reservan 49.000 euros. En gastos corrientes está previsto que el Concello pague 3,1 millones de euros. Sogama se vuelve a llevar la mayor parte, con 600.000 euros dedicados a financiar el tratamiento de la basura. La asistencia a domicilio, que crece de manera notable, pasa a costar 508.657 euros. En la luz el Concello pagará 430.000 euros. Los alquileres descienden a 104.000 euros. En colaborar con la programación cultural y deportiva se invertirán 231.650 euros. En limpieza viaria se gastarán 303.000 euros y al ORAL, por los servicios de recaudación, se le pagarán 215.000 euros.

Las inversiones directas descienden a 948.000 euros y el pago de la deuda se lleva más de 1,8 millones. Santamarina define como "unha lousa dolorosa" que el 17% del presupuesto se destine a pagar deuda. De ellos, 861.255 euros se dedican a los créditos financieros. 462.000 euros a la deuda con la Mancomunidade, 221.287 euros a la deuda con Urbaser y 256.435 euros a abonar facturas con proveedores que estaban sin reconocer desde el año 2012.

El edil de XM, Javier Carro, también votó en contra por falta de tiempo para estudiar las cuentas. Criticó varias partidas y consideró "unha salvajada" que cada uno de los 113 trabajadores municipales cueste al Concello de media casi 40.000 euros al año.