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El Concello demanda al párroco de Moaña la cesión del atrio para asumir su mantenimiento

El cura le solicitó la poda de árboles, pero el bipartito pide que pase a espacio público - El gobierno convertirá en zona verde la parcela de la casa abandonada de Ramón Cabanillas

El acceso al atrio, con los árboles al fondo, presentaba ayer una valla metálica. // Gonzalo Núñez

El párroco de O Carme ha solicitado por escrito que el Concello se haga cargo de la poda de los árboles en los atrios de la propia iglesia del centro y de la capilla de Os Milagres, en Berducedo. Desde el Concello se comprometen a realizar ese mantenimiento en los ejemplares de la capilla "ao tratarse dun espazo completamente aberto e de uso para toda a veciñanza".

Sin embargo, sobre los plátanos del atrio de la iglesia de O Carme, el personal del departamento municipal de jardinería no actuará al estar el acceso "actualmente restrinxido. Polo que terá que proceder a súa poda o titular da citada parcela". Eso sí, el gobierno local, que busca espacios abiertos para dotar de áreas de esparcimiento a una zona tan urbanizada como la calle Ramón Cabanillas, reitera en su respuesta al cura la "predisposición a recuperar ese espazo como público mediante a firma dun convenio de cesión entre ámbalas dúas parques". Con el atrio convertido en espacio público y abierto, la administración local se encargaría de las tareas de mantenimiento de toda la parcela.

Esta respuesta del Concello llega después del malestar que generó la instalación de unas cadenas en el acceso al atrio de O Carme por parte del párroco y que impedían estacionar en este espacio. El cura entendía que el atrio debía tener un uso exclusivo religioso. Al menos en una ocasión, en el mes de octubre, dichas cadenas fueron objeto de un robo y arrojadas al mar. Poco después se volvió a cerrar el paso de coches al atrio. Ayer por la mañana la entrada se encontraba delimitada por una valla metálica.

En lo que respecta a las tareas de mantenimiento de los árboles del atrio, también saltaron a la actualidad en Noviembre, cuando un grupo de vecinos se concentró ante la iglesia para protestar por la decisión de talar dos de los plátanos. Desde el Concello explicaron entonces que ya se habían negado al menos en una ocasión a la poda y mantenimiento de los ejemplares por el cierre del acceso al atrio.

La alcaldesa, Leticia Santos, y la teniente de alcalde, Marta Freire, indicaron ayer que el ejecutivo local buscaba opciones para dotar de espacios abiertos de esparcimiento a los vecinos de la calle Ramón Cabanillas.

De hecho, y tras recoger la demanda de la Asociación de Veciños A Praia-A Seara, en los presupuestos municipales que está ultimando el bipartito y que estarán en vigor en el año 2017, se introducirá una partida para derribar la casa en ruinas cedida al Concello en 2011 por la constructora Promociones Domingo Araújo. En el espacio que ocupa la casa abandonada y su solar delantero, en el que ahora mismo estacionan vehículos, se prevé habilitar una zona verde. "Sería un espazo público de reunión dos veciños".

Lavadero

Y es que en estos momentos el único área más o menos abierta de toda la calle Ramón Cabanillas es el entorno del lavadero de A Martinga.

Marta Freire explica que los vecinos del centro llevaron esta demanda al Consello Vecinal del barrio y espera poder contar con esa zona verde a lo largo del próximo año. "O obxectivo ten que ser recuperar espazos verdes nesa rúa", apunta.

Se eliminaría así una zona deteriorada como la de la vivienda abandonada que durante años acumuló basura a su alrededor, lo que había puesto en alerta a vecinos y comerciantes.

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