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Un detective privado apunta que la moañesa muerta en Mallorca pudo beber veneno

Fue contratado por los dos hijos que siempre rechazaron la versión del forense de que Araceli Currás se suicidó -Vivía rodeada de animales y tenía muchas disputas vecinales

Un informe encargado a una agencia de detectives privados por los dos hijos de Araceli Currás Bermúdez, una moañesa de 55 años que vivía rodeada de animales en una humilde casa de campo en el municipio de Montuiri, en Mallorca, y cuyo cadáver fue encontrado el 1 de mayo en el exterior de la vivienda, tres días después de fallecer, apunta, como sospechaban los dos hijos, que la mujer pudo haber muerto envenenada progresivamente. El informe, realizado por la agencia Detectib, cuyo propietario es Juan Carlos Delgado, concluye que "nuestra primera hipótesis es que estuvo bebiendo alguna sustancia tóxica mezclada con el agua de las garrafas del exterior que tenía para su consumo y que terceras personas pudieron verter durante varios días con la finalidad de dar muerte a los animales que tenía en la finca debido a que está claro que tenía enemigos que, o bien querían hacerle daño matando a los animales o bien molestaban los ladridos de los perros y querían eliminarlos". Añade que "probablemente estas personas ignoraban que el agua de las garrafas era para consumo humano, lo que motivó la muerte de Araceli Currás, y estaríamos ante un probable homicidio por imprudencia".

Los hijos siempre rechazaron la primera versión del médico forense, tras el examen del cadáver, de que su madre se había suicidado y sospechaban que su muerte tuviera que ver con la cantidad de enemigos que tenía por sus denuncias por envenenamiento masivo de colonias de gatos, "a las que no se le dio curso", dicen Gerard y Desiré, que residen en Ibiza y Madrid, respectivamente, y que iniciaron una campaña en facebook para reclamar que la Guardia Civil investigue.

La autopsia que se le realizó a la mujer revelaba que se habían encontrado tres bolas de medicamentos en el estómago que fueron positivas al "narco test". Sin embargo, el posterior análisis del Instituto de Toxicología de Barcelona, de fecha de agosto, dictaminó que en "en las muestras de bilis y contenido gástrico analizadas no se detecta ninguna de las sustancias investigadas (drogas de abuso y psicofármacos, además de alcohol etílico).

Araceli Currás era una persona muy conocida en el pueblo por su defensa de los animales, aunque vivía en unas condiciones muy primitivas, en una vivienda sin luz ni agua corriente, explica el detective, que ha sido autorizado por la familia para informar del caso. Afirma que la magistrada del Juzgado que lleva las diligencias ha aportado dicho informe a los autos para que se le dé traslado al médico forense con el fin de que complete sus conclusiones del informe de la autopsia en base también a los dos dictámenes de Toxicología. La familia ha solicitado en el Juzgado que se analicen los órganos diana que son los que suelen albergar sustancias que pudieron provocar la muerte, asegura Juan Carlos Delgado

El cuerpo de Araceli Currás sigue congelado, a petición de sus hijos, hasta que se resuelva el caso. En las conclusiones del detective figura que durante las investigaciones se comprobó que Araceli Currás tenía frecuentes disputas con sus vecinos colindantes por razones diversas y que acumulaba más de 500 folios de denuncias en su historial, alguna de ellas contra mando o mandos de la Guardia Civil. Al detective le llamó la atención que no se tomaran huellas, entre otras cuestiones. En la inspección que realiza, describe la casa, a la que se accede por un camino de 50 metros y con una finca con recintos para animales. En el recorrido, observó unas garrafas vacías, con capacidad para 25 litros, "con un olor a piruleta, característicos del Nitrobenceno (se utiliza como disolvente). También encontró restos de huesos de animales en dos hogueras efectuadas con colchones. Sus hijos habían asegurado, con posterioridad al encuentro del cadáver, que vieron ratas y un gato muerto y que en una segunda vivita ya no estaban, por lo que creen que fueron incinerados por terceras personas. En esta inspección hallaron un gato que parecía enfermo y lo trasladaron a una clínica veterinaria, en donde se confirma que no parece tener síntomas de envenenamiento. En el informe del detective constan declaraciones de la vecina que encontró el cadáver, que corroboró que su relación con ella no era muy buena, que hubo denuncias entre ellas por el robo de una perra, que era conflictiva con los vecinos, que en una ocasión tuvo que mediar para evitar que la agredieran, pero que era una buena persona y amante de los animales. También declara otra amiga que fue la última persona que la vio con vida el 27 de abril. Se muestra convencida de que fue envenenada con los yogures que tenía dentro de las garrafas para que estuvieran fríos y que apunta al "talio" como agente causante. Reconoce que desde hacía días le dolía el estómago y que el día antes de morir acudió a hacerse un seguro de vida, algo que para el detective descarta el suicidio.

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