Primera jornada de corte del Corredor y primeros atascos de varios kilómetros. Los mayores problemas se registraron pasadas las 18.30 horas en el centro de Moaña, aunque de mañana se circuló "razonablemente" bien. De hecho, los embotellamientos, con la glorieta de Salitre como epicentro, se extendieron durante varios kilómetros, tanto en los accesos desde Ramón Cabanillas como desde A Xunqueira y desde el barrio de O Rosal. Las colas en la PO-551 llegaron hasta la zona de la farmacia del centro de Domaio, extendiéndose unos 7 kilómetros. Los conductores tardaron hasta 40 minutos desde el inicio de la retención hasta el cruce de Meira. Agentes municipales regularon el tráfico en este cruce.

Por la mañana, a las 10.00 horas, tal y como estaba previsto, se hizo efectivo el corte de los primeros 6 kilómetros del Corredor do Morrazo. Ni un minuto se retrasó el cierre de la carretera entre la rotonda de Domaio y la salida de Meira-A Fraga. A los 20 minutos de que se instalasen las primeras vallas de plástico convenientemente rellenadas de agua con un camión cisterna, salieron los últimos coches de la carretera y se cerraron ambos carriles. Además, se cortó el paso en las entradas de San Lourenzo y se instaló una segunda línea de vallas de hormigón descargadas con una grúa para evitar que se cuelen coches en horario nocturno.

Con las señales de cortes y desvíos debidamente instaladas en la parte abierta del Corredor, en la PO-551 e incluso en la autopista AP-9 mediante los paneles electrónicos, este tramo del Corredor permanecerá cerrado hasta el próximo 23 de enero, con una reapertura temporal entre el 21 de diciembre y el 8 de enero.

A primera hora de la mañana ya fue notable el descenso del tráfico en esta carretera. A raíz de los avisos de la Consellería de Infraestruturas que comenzaron el viernes, cientos de conductores optaron por la precaución y acudieron a Vigo por la carretera general del litoral, la PO-551. Generándose ya los primeros atascos en el centro de Moaña y en la llegada a la rotonda de Domaio.

En el momento de hacerse efectivo el corte de tráfico la hora punta ya había pasado y las colas se trasladaron al final de la carretera provincial de Meira de Arriba, en su cruce con la PO-551. Los semáforos en este punto se modificaron para que permaneciesen durante todo el día de ayer en modo ámbar, hasta la solución que se dará en los próximos días. Los primeros conductores que sufrieron estas retenciones apenas aguantaron colas de entre 5 y 10 minutos.

Los grupos de semáforos de Meira de Arriba, A Porta do Sol, A Guía y el centro de Domaio están pendientes de su adaptación definitiva a las nuevas condiciones del tráfico, lo que pasará por ampliar el tiempo en el que están en verde.

Peor se pusieron las cosas al mediodía en la rotonda de Salitre y la calle Ramón Cabanillas en Moaña y, sobre todo, a partir de las 18.30 horas, la hora punta por excelencia en el centro de Moaña.

Desde Infraestruturas calculan que se duplicará el número de vehículos que atraviesan a diario el casco urbano moañés, pasando de una intensidad media superior a 10.000 coches hasta los 25.000 vehículos. Una reunión técnica de urgencia, convocada para ayer a la hora del corte de tráfico, sirvió para acordar varias medidas.

La más trascendente será la prohibición de que los camiones que superen las 3,5 toneladas de peso no puedan atravesar el casco urbano de Moaña. Serán desviados por el tramo abierto del Corredor tanto desde Cangas como desde Meira. En unos días se hará efectiva la medida al instalar las correspondientes señales. Se trata de minimizar el impacto que el corte ya empieza a tener en la circulación en Moaña. Se calcula que el tráfico de vehículos pesados supone más del 6% del total que atraviesa Moaña.

Son tres las horas puntas que requerirán de un refuerzo a la hora de regular el tráfico por parte de la Policía Local y de la Guardia Civil de Tráfico: Entre las 7.00 y las 10.00 horas por la mañana; entre las 13.00 y las 16.00 horas cada mediodía; y entre las 18.00 y las 21.00 horas, cuando miles de morracenses que trabajan en Vigo regresan a casa tras finalizar su jornada laboral. Este último es el horario que más preocupa a las administraciones.

Vecinos de Moaña notaron ya ayer el incremento de la densidad de tráfico. Los usuarios del Corredor son sin duda los más afectados por un cierre que no se contemplaba en los proyectos de las empresas que construyen la futura autovía: Copasa y Dragados. Piden una solución a las pérdidas de tiempo que sufren.

Constructoras y Xunta mantienen que la decisión se adoptó por seguridad, tras las piedras que se proyectaron sobre la calzada durante las primeras explosiones en los taludes.