El personal de Copasa concluyó ayer, a las 18.05 horas, la retirada de las piedras que habían quedado sueltas en el talud del Corredor ubicado antes del viaducto de A Moura. Estabilizaron la pared del monte y eliminaron el riesgo que existía desde las voladuras de la semana pasada, cuando buena parte del material se había precipitado sobre la calzada y otro quedó suelto en el talud presentando riesgo para trabajadores de la obra de desdoblamiento y para los usuarios de la carretera.

El despliegue anunciado por la Consellería de Infraestruturas fue más efectivo de lo previsto y el corte total de un tramo de seis kilómetros del Corredor -entre la rotonda de Domaio y el enlace de Meira- se prolongó solo durante 10 horas, entre las 8.00 y las 18.00 horas de la jornada de ayer. Este corte para estabilizar y asegurar el talud se llevó a cabo el sábado para minimizar el impacto sobre el tráfico. Aunque los trabajos se resolvieron sin problemas, sí que se generaron retenciones de bastante entidad en las carreteras internas de Moaña. Sobre todo en la intersección entre la carretera de Meira de Arriba y la general (PO-551), en donde algunos conductores tuvieron que soportar esperas de hasta 20 minutos en la cola que se formó para atravesar el semáforo.

Los trabajos para estabilizar el talud se ejecutaron mediante la retirada de la piedra caída y su acopio en otro punto, con la ayuda de una excavadora en la parte alta del barranco e incluso acudiendo a soluciones como el chorreo de la pared del monte con agua a presión, para retirar todas las piedras que estén sueltas y evitar que se puedan caer sobre la calzada y provocar un accidente. A las 18.00 horas se restableció la normalidad en la circulación. Fueron seis los kilómetros de la vía que estuvieron cortados.

En una reunión mantenida con técnicos y los alcaldes de Cangas y Moaña, la conselleira Ethel Vázquez informó este viernes de la medida adoptada. Asimismo, se acordó estudiar alternativas para aumentar la seguridad en las detonaciones necesarias para poder ganar el espacio en el que se construirán los nuevos carriles de la futura autovía. De momento, y hasta no encontrar una solución técnica adecuada, no se volverá a actuar en el desnivel ubicado antes del viaducto.

La conselleira había reconocido que el material del monte no se comportó como estaba previsto y reforzó su apuesta por la "seguridade" a la hora de ir solventando los incidentes que surgen a medida que avanza la obra en los dos primeros subtramos.

Desde Infraestruturas buscarán coordinar a medio plazo las explosiones del subtramo uno, que construye Copasa, y el subtramo dos, que empezó hace menos tiempo la empresa Dragados. La intención es reducir así el número de cortes puntuales que se deberá acometer en el futuro.

Ethel Vázquez reforzó también esta semana la idea de que antes de finalizar el año se podrá licitar el subtramo tres, hasta la primera salida de Cangas. Todo dependerá de si la Xunta logra aprobar a tiempo sus presupuestos para 2017. Asimismo, el departamento que dirige Ethel Vázquez mantiene la intención de que los 11 kilómetros de la futura Autovía do Morrazo entren totalmente en servicio antes de que finalice el año 2019.

O Caeiro

En menos de tres semanas la Xunta presentará ante el Concello y los vecinos de O Caeiro un plan integral de seguridad para evitar nuevos desprendimientos de piedras en este barrio de Meira.