El Corredor do Morrazo volvió ayer a dar un susto al conductor de un turismo cuando circulaba en sentido a Cangas, a la altura del viaducto de Meira, y un perro desde el arcén derecho y corriendo, saltó el quitamiedos y se cruzó de repente en la calzada, sin que el hombre pudiera evitar el impacto. El percance ocurrió sobre la una de la tarde y pudo provocar un accidente de mayores dimensiones ya que el conductor tuvo que frenar, al igual que el coche que circulaba detrás, si bien la pericia de los conductores y el hecho de que circularan a algo de distancia, así como que no lloviera en ese momento, evitó una colisión. Afortunadamente sólo se registraron daños materiales en el coche que impactó contra el animal.
La invasión del perro en la calzada causó extrañeza entre los conductores que fueron testigos, porque actuó como si estuviera huyendo monte abajo a gran velocidad. Este hecho vuelve a poner en evidencia la necesidad de que se adopten medidas para que este tipo de vía rápida tenga los accesos cerrados a los animales.
Por otra parte, sobre las cinco de la tarde se produjo una colisión en la PO-551, en el cruce de Meira de Arriba, entre dos coches. No hubo daños personales, pero ambos vehículos partieron la dirección y quedaron en medio de la calzada ocasionando retenciones de tráfico. La Policía Local de Moaña estuvo regulando la circulación una hora y media hasta que llegaron las grúas. La colisión se produjo cuando uno de los coches iba a incorporarse al vial de Meira desde la PO-551y su conductor no se percató de otro coche que circulaba por el otro carril en sentido a Moaña.
