Son los pastores tecnológicos, una herramienta utilizada de forma cada vez más amplia en el rural para controlar los animales dentro de una cerca. Sin embargo, lo que no es tan habitual es encontrar una de estas vallas electrificadas en un paseo. Ayer el Partido Popular de Bueu desveló la existencia de una valla electrificada en un tramo de la senda del Río Bispo. El cercado acota una finca particular y cuenta con un cartel de advertencia, y consiste en dos tiras que rodean todo el perímetro del terreno amarradas a una decena de postes metálicos.

Los populares han mostrado su preocupación por el elemento y denuncian que éste podría suponer un peligro para los menores que pasean por la zona. Lo cierto es que el uso de cercados eléctricos está extendido en zonas del rural y del interior, pero no en áreas más o menos urbanas. La valla se alimenta bien a través de la corriente o mediante baterías o placas solares y produce una pequeña descarga eléctrica al contacto de los animales, impidiendo que éstos salgan del recinto.

Según apuntan fuentes del Concello de Bueu en las ordenanzas municipales no hay ninguna referencia a estos elementos por ser relativamente novedosos. En cambio, sí existe una normativa autonómica que no los prohíbe, sino que únicamente establece que deben estar identificados con un cartel que indique la potencia. También se apunta que su función es la de evitar que los animales salgan del cercado pero que no suponen un peligro para la integridad física de las personas.

La existencia de esta cerca eléctrica es solo una de las cuestiones que critican los populares dentro de la senda del río Bispo, una actuación que reconocen como íntegramente municipal pero que "no está acometida con las mejores garantías de mantenimiento". El PP la califica como "fachada y pintura electoralista" y le augura una corta fecha de caducidad. "Si en plena época primaveral ya parte de la tierra acaba en el río, no nos queremos imaginar cómo acabará el regato cuando lleguen las primeras lluvias invernales", afirman. Entre las críticas están la "mala compactación del terreno, deficiente contención, canalización inadecuada del agua y los escombros en el río". Por último, critican que no se cumpla con la adaptación urbana para discapacitados con la pasarela escalonada.