Preocupación entre los vecinos de la calle Real por el conflictivo diseño arquitectónico de un edificio situado justo en frente de la excolegiata y que ya fue fruto de mucha controversia durante las procesiones de Semana Santa de Cangas. Un grupo de vecinos manifestaba ayer su intención de recoger firmas, al tiempo que se preguntaba por la supuesta ilegalidad de esta reforma. El ático remata en una plancha de zinc que llama poderosamente la atención y que incluso escandalizó a la Federación de Cofradías de Cangas.

Pero lo cierto es que esta reforma cuenta con la licencia municipal del Concello, tanto con sus informes técnicos a favor como los jurídicos. El concejal de Urbanismo Rafael Soliño manifestaba ayer que la reforma está amparada por el Plan Especial de Reforma Interior del Casco Histórico de Cangas (Pepri). Las normas permiten la utilización de zinc en las fachadas y cubiertas. Recuerda el edil, que que no es la único caso en el casco histórico de Cangas y que la citada plancha de zinc que ahora se ve con un color grisáceo, y que contrasta con la piedra que hay alrededor, adquirirá con el paso del tiempo una pátina de oxido que es el objetivo que persigue este diseño tan controvertido en Cangas. Rafa Soliño afirma que la rehabilitación cuenta con todos los permisos y que una cosa es lo permitido y otra muy diferente el gusto de las personas.

Y es que había muchos vecinos que no entendían ayer como se podía impedir prohibir pintar de azul una fachada, también en la calle Real, y, sin embargo, se permitía algo que para ellos supone un evidente "feísimo".

El concejal de Urbanismo, no obstante, y ante la polémica suscitada. anunció que solicitaría un informe a la encargada del Pepri, con el fin de que se persone en la obra de la calle Real y que compruebe que, tanto en diseño como en materiales, todo se ajusta a la normativa urbanística que rige para el casco vello de Cangas.