Día 12 de agosto de 2020: se encuentra mal, acude al centro de salud de Agolada de mañana, donde es atendido por un médico. Le remiten al hospital de Santiago a hacerse una PCR, la cual se le realiza a última hora de la tarde. Vuelta a casa ya casi de noche, donde directamente se aísla en su habitación (para ese comentarista que dice que se le vio por la feria del día 12, todo esto está registrado en las fichas médicas, por si quiere consultar horas).

Día 13 de agosto de 2020, nueve de la mañana: tocan al timbre, es el médico de cabecera, que pide hablar con el infectado. Sube a su habitación y él mismo le da la fatídica noticia: "Estás contagiado por Covid-19". Aquí comienza el aislamiento de toda la familia.

Día 14 de agosto de 2020: acude a la vivienda el personal sanitario correspondiente para hacer PCR a todos los que han tenido contacto con el enfermo. Aquí ya comienza un linchamiento por parte del vecindario, que no hace más que agolparse en las puertas a curiosear y comentar, incluso una vecina de la calle se dedica a realizar llamadas telefónicas al resto de amigas para decir verdades y mentiras. Amigas sí, pero no se respetan entre ellas, ya que se terminan sabiendo conversaciones mantenidas.

Día 15 de agosto de 2020: a media mañana, acude la Guardia Civil a casa porque supuestamente alguien llama al cuartel denunciando que el infectado se pasea por la calle. Ellos cumplen con su trabajo y tienen que cerciorarse de que efectivamente se encuentra guardando la cuarentena. De forma respetuosa y educada mantienen una breve conversación por la ventana con él y comprueban la mentira de la información que les ha llegado.

Vecinos, todo esto que terminan de leer, ¿cómo creen que sienta a un padre de una edad ya considerada y recién operado; o a mi madre que ha tenido que hacer todo lo posible dentro de la vivienda para que nadie se derrumbase y fueran unos días de convivencia maravillosos? ¿Y cómo hacer entender a dos niños de 12 y 15 años que ellos no hicieron nada malo, ni lo están haciendo, sino que alguna persona del barrio con poca ética se dedica a dar falsas informaciones y por eso vienen los guardias a visitarlos? O ese vecino de turno que vuelve a llamar al cuartel de la Guardia Civil diciendo que se tira la basura al contenedor de la calle. Invito a todos a que intenten sentir el agobio de un enfermo de Covid-19 y su familia pasando toda esta situación.

Una vivienda totalmente cerrada de la que nadie puede salir, ni tampoco entrar. ¿Cómo continuar manteniendo una actividad que no se puede parar (alimentar animales, preocuparse de bajas médicas, hacer llegar alimentos a los confinados...)? Alguien del exterior tiene que ocuparse de necesidades básicas que no pueden pararse. Todo se hace gracias a una serie de vecinos que diariamente se ocupan de todo.

Resalto lo de vecinos porque, efectivamente, son los únicos que nos han ayudado, ningún partido político, ni los que están dentro, ni los que quieren estar, absolutamente ninguno, ha prestado nada de ayuda a esta familia. Pido y exijo que se deje de hacer publicaciones en periódicos, radio y redes sociales sobre comentarios que no se dijeron ni sucedieron en ningún momento. Señores, hagan otro tipo de campaña, no se aprovechen de la desgracia de una familia para anotarse tantos y tirarse entre ustedes los trastos a la cabeza. Comiencen demostrando un poco de respeto entre ambos, unan fuerzas e ideas, y procuren tener un protocolo bien establecido, para que si algún otro vecino tiene que vivir lo mismo, lo podamos tener atendido de la mejor forma posible. En fin, que tienen mucho donde emplear el tiempo por construir un pueblo mejor, luchen por el bienestar de nuestros mayores, que son los que mas están sufriendo la situación, una generación que sin estudios, sin recursos, han trabajado como bestias, que han tirado de nosotros durante la crisis y que en muchas familias a día de hoy son el único sustento de la casa.

Qué decir de esos niños, que aún teniendo una edad muy corta en su vida, corren y patrullan las calles del pueblo; estos son los mejores observadores y jueces, aunque parece increíble, ven y hacen valoraciones como los mejores políticos. A cualquiera de estos dos grupos deberían tener muy en cuenta, el que trata bien a los mayores y a los niños, están transmitiendo respeto y confianza al resto de los convivientes de las casas. Les invito hacer una reflexión a todos y cambiar determinadas formas de actuar para hacer política.

En esta campaña que termino de vivir, para mí y mi familia los auténticos y únicos ganadores políticos son esos vecinos que ayudaron a pasar este confinamiento con visitas a la puerta de casa, con llamadas telefónicas y que hicieron que los trabajos diarios que tenían que seguir realizándose no se pararan en ningún momento. Pondría los nombres de ellos, pero como no he pedido su consentimiento, me los reservo. Gracias, una vez más, porque los que os merecéis un gracias creo que ya lo habéis recibido, y si nos hemos olvidado de alguien se lo digo ahora. Gracias.

Los que se dedican a comentar, criticar y mentir, intenten cambiar. Sobre todo a esos que presumen de diplomaturas y licenciaturas. Decirles que un porcentaje bastante elevado de ustedes deberían realizar estudios para ser amables y buenas personas, no para que se sientan superiores a los demás. Nunca miren hacia abajo a nadie, al menos que le estén ayudando a levantarse. La humildad engrandece, eso es sabiduría.

Por último felicitar a mis padres por haber sido fuertes y llevar con valentía esos quince largos días. A mis niños decir que estoy muy orgullosa de ellos por haber jugado con los abuelos al parchís y la oca, por haber revuelto cajones para ver fotos antiguas, incluso han cantado algún día y algún otro también se han peleado, ya que todo forma parte de la convivencia

A ti hermano, felicidades, que gracias a tu responsable y buena actuación no se contagió nadie. Te envío un globo muy grande llenito de besos para que te llegue a donde te toque estar hoy. Eres el mejor. Te quiero, lo sabes, ¿verdad?