Pleno de negativos. Este es el resultado que arroja la segunda fase del estudio serológico del coronavirus coordinados por los servicios de Atención Primaria de A Estrada y Lalín. Los 520 test efectuados a pacientes del centro de salud de A Estrada y de los consultorios periféricos de Codeseda, Oca y Souto de Vea así como los 433 efectuados en los de Lalín, Rodeiro, Dozón y Agolada certifican la falta de inmunidad de los vecinos de las comarcas de Tabeirós y Deza frente al Covid-19. Es la conclusión que extraen los profesionales de Atención Primaria de A Estrada y Lalín al analizar unos datos que, en principio, son muy buenos para los pacientes que han participado en esta segunda fase del estudio de seroprevalencia realizado hace semanas.
"No hubo positivos. Esto quiere decir que el virus circuló poco por aquí", señaló el jefe del Servizo de Atención Primaria de A Estrada, Juan Sánchez Castro, que considera que "no es una noticia positiva que no haya inmunidad". Si se hubiesen detectado anticuerpos en algunos vecinos, al menos se sabría que "los que lo pasaron" estaban inmunizados frente al coronavirus. "Pero no fue así. Estos resultados demuestran que el virus no está circulando y que circuló poco", señaló en relación con el caso concreto de A Estrada. Lo atribuye a que "la mayor parte de las personas que lo sufrieron" fueron diagnosticadas con rapidez y se aislaron, impidiendo así que el virus circulase. Esa falta de inmunidad al Covid-19 en A Estrada estuvo condicionada por el hecho de que la Atención Primaria local bajase "la curva" de casos "de forma rápida, llevándolos a 0". También influyó el confinamiento. Pero Sánchez advierte que "una vez que ya no hay confinamiento" si el virus vuelve puede producirse un repunte. "El riesgo va a estar ahí", incide. Por eso, recomienda ser muy riguroso aplicando las medidas preventivas: usar mascarillas y mantener la distancia física además de consultar siempre con el médico -"preferentemente con una llamada telefónica para minimizar el riesgo de contagio"- ante cualquier síntoma sospechoso. Estos son, recuerda, la tos seca, la fiebre, la disnea (falta de aire) o síntomas como la falta de olfato o de gusto. Y, en ocasiones, también dolor muscular y afecciones gastrointestinales como, por ejemplo, diarrea. Y, en el caso de los niños, tras haber pasado el Covid-19, suelen aparecer erupciones cutáneas.
También las jefas de Enfermería de A Estrada y Lalín, Maite Matalobos y Ana Ruiz, coinciden en señalar que el hecho de que no haya positivos es, a la vez, bueno (porque los testados no han pasado la enfermedad) y malo (porque no están inmunizados).
En opinión de Matalobos, el resultado de la segunda fase del estudio demuestra que, realmente, está resultando fiable. A diferencia de lo que sucedió en Madrid, "aquñi la carga viral fue baja y no provocó que hubiese inmunidad en la población". Valora la buena actitud con la que los pacientes de A Estrada acudieron a esta nueva fase del estudio serológico. "Venían contentos y preguntaban. Tienen un exceso de información hasta tal punto que alguno me preguntaba si no le hacíamos lo de la nariz", en alusión a la extracción de muestras que habían visto en televisión. Desde que el día 22 con la "nueva normalidad" ya se pueden pedir citas presenciales en el centro de salud, ha notado una afluencia mayor de pacientes. Aun así, percibe un incremento de las citas telefónicas que ve positivo: es posible resolver muchas cuestiones sin que vayan al centro de salud, en menor tiempo y con "menor riesgo de contagio".
Por su parte, Ana Ruiz señala que "una vez que el Gobierno dejó de tutelarnos, todos sabemos lo que tenemos que hacer: cuidar de nosotros y de los nuestros". Y, para ello, recomienda "andar con mascarilla, lavar las manos con frecuencia y guardar la distancia de seguridad" para seguir estando bien. Hace notar que "el riesgo del rebrote está ahí". El mayor problema, apunta, "es la gente que piensa que ya pasó o que no hay nada y no se cuida. No es justo que pongan en riesgo a los demás", concluye.
