Hay quien se crece ante la adversidad, por cruda que se presente. Cuando las cartas vienen mal dadas, es momento de pensar en una estrategia para jugar con lo que el azar ha dispuesto, sin dar la partida por perdida. La crisis sanitaria del coronavirus puso contra las cuerdas al sector de la hostelería. Lo obligó a bajar la persiana y lo asfixió durante dos meses, hasta que la desescalada le permitió asomar la cabeza para recuperar, muy poco a poco, el aliento. En este contexto es en el que tres empresas de A Estrada han apostado por expandir sus pulmones, por dejar que corra el aire para todos. Han subido la apuesta en un momento ciertamente difícil y unido esfuerzos en un proyecto que busca un espacio para que la felicidad pueda gozar de una respiración profunda y reparadora.

En solo unas semanas la Finca Segade abrirá sus puertas. Sus llaves las tienen el Grupo Valenciaga, Artesanía Maysil y Will Discomovil, con más de una década de experiencia en el sector de los eventos. Después de cosechar aplausos por su saber hacer fuera del municipio, ahora han decidido convertirse en profetas en su tierra, abriendo un espacio propio para dar cobijo a la celebración de muchos días especiales. Llevan meses trabajando y madurando una iniciativa que, si todo marcha según lo previsto, dará sus primeros frutos en el mes de julio.

Su idea es ofrecer un servicio integral para la celebración de eventos, desde el banquete hasta la música, sin descuidar un escenario perfecto para el gran día. Finca Segade está ubicada en Matalobos, apenas a un par de kilómetros del casco urbano de A Estrada. Son más de 3.000 metros cuadrados que contarán con una amplia carta de servicios, desde casa para acoger invitados, jardín, piscina, pista de tenis, zona infantil y un amplio entorno arbolado ideal para las celebraciones.

A estas tres empresas estradenses no se les escapa que si algo se respira en estos momentos es incertidumbre. Sin embargo, confían en las posibilidades de su propuesta para celebrar eventos al aire libre, de manera que, atendiendo a las nuevas normativas sanitarias, se puedan dar los primeros pasos hacia una nueva normalidad que no tiene por qué ser incompatible con disfrutar de esos momentos tan señalados como son las bodas, los bautizos o las comuniones, aun cuando la finca estará abierta como escenario de todo tipo de eventos.

Según se explicó ayer, la idea es abrir las instalaciones con un aperitivo en el que no faltará la música. Será después de ultimar los arreglos que quedan pendientes en la pista de tenis y en un porche. La finca puede contratarse por un lado y, por otro, el catering y la música, teniendo para ello la exclusividad el Grupo Valenciaga y Will Discomovil. De este modo, en función de las necesidades del cliente se podría alquilar la finca, las dos partes que integran el espacio -está dividido por una carretera- con la piscina y la pista de tenis, o la casa completa con nueve habitaciones.

Para eventos como comuniones se garantiza la sombra para todos los comensales. al aire libre. En bodas, Valenciaga está preparada para instalar una tarima sobre la pista de tenis y colocar una glamurosa carpa con espacio para 250 comensales. Inciden en que la finca es ideal para niños, dado que está completamente cerrada y puede ofrecer múltiples espacios para su diversión. Contará con servicio de monitores. Toca recuperar la normalidad, sí, pero que corra el aire.