La historia de Pipa, seguramente no sea única ni difiera mucho del de otros animales abandonados que acaban encontrando una nueva vida en compañía de una nueva familia.

Esta perrita entró en el Centro de Acollida e Protección de Animais da Deputación de Pontevedra solo un día antes de la entrada en vigor del estado de alarma. El 13 de marzo fue localizada en Lalín, tras un aviso del Concello. Tenía solamente tres meses de edad y presentaba graves lesiones como consecuencia de un atropello; en concreto, una fractura con desplazamiento del fémur izquierdo, y la rotura sin desplazamiento del cúbito y el radio de su pata izquierda. De la primera de las lesiones fue operada en el centro de Meis por un traumatólogo, mientras que de la segunda evolucionó favorablemente sin necesidad de cirugía.

Tras su recuperación, la cachorro está ya preparada para ser dada en adopción, cuestión que espera para los próximos días, después de que se restableciese el servicio del CAAN tras la entrada de la provincia en la fase 1 de la desescalada. Ahora Pipa está a la espera de que haya alguien interesado en acogerla y ofrecerle un nuevo hogar.