Tras los mercados ambulantes de A Gouxa, Agolada y A Estrada, Silleda recuperó ayer la feria de A Bandeira, que volverá a celebrarse el día 29. A la cita acudieron una docena de puestos dedicados a la venta de alimentos así como de hortalizas para plantar durante estas semanas. Hubo, también, algunos pulperos apostados en sus lugares habituales aunque, como en las demás ferias, el pulpo solo esta a disponible para llevar y no para comer en el interior de los locales.
Los puestos se colocaron guardando la distancia debida y bajo las indicaciones de la Policía Local. De esta circunstancia el Concello también avisó a través de bandos informativos. Sin embargo, el PP lamenta que el gobierno local se limitase a asesorar a los feriantes solo a través de los agentes de policía. "Esta situación provocó que, a pesar de haber espacio suficiente, los puestos estuviesen repartidos sin ningún control, lo que generó el desconcierto de algunos feriantes, que se quejaron de la falta de información y planificación", asegura el portavoz de los populares, Ignacio Maril.
Al PP también le duele que el ejecutivo silledense no tuviese en cuenta ninguna de las medidas que le propuso. "No decimos que las adoptasen todas, peor que no tomasen ninguna en consideración es algo que no merecen ni nuestros vecinos ni los feriantes, que hicieron un gran esfuerzo por acercarse a nuestro municipio". Explica que, por ejemplo, los feriantes apuntaron que en otros concellos dezanos sí se habilitó el reparto de mascarillas. Maril los animó a trasladar sus propuestas al gobierno de Manuel Cuíña, al que también critica por visitar la feria en coche. Dispara, además, contra la edil de Comercio, Pilar Peón. "Ni siquiera se preocupa por venir a ver qué ocurre en la feria". Por último, anima a los feriantes a volver a la cita del día 29.
