Ni el distanciamiento social impuesto por el coronavirus ni las dificultades técnicas que entraña la emisión en directo vía YouTube de una misa desde una iglesia del rural que carece de conexión de banda ancha y cuyas dimensiones dificultan un sonido idóneo por el eco que confieren a la voz del sacerdote y de la música "enlatada" que amenizaba la celebración impidieron ayer que la primera romería virtual de San Xorxe de Cereixo fuese un rotundo éxito. Sumó más de 600 conexione, más de un centenar simultáneas durante la celebración litúrgica.
Fue un nuevo milagro de este tradicional santuario que, en este caso, no solo obró el santo sino en el que también confluyeron los esfuerzos conjuntos de la comisión de fiestas por mantener la tradición pese al coronavirus, la profesionalidad de Eventos-Galicia.com y la implicación del párroco Rubén Diéguez.
Juntos fraguaron una retransmisión de una hora y cuarenta minutos que comenzó a las doce en punto y que, tras proyectar imágenes del entorno del santuario durante la Festa da Carne del pasado año y del concierto de acordeones, coros parroquiales y solistas, continuó con la misa en directo.
Para el párroco fue una experiencia nueva. Oficiar la misa sin tener delante a los fieles pero sabiendo que estaban tras la cámara le resultó extraño. Pero no se amilanó. Y dio un sermón en el que invitó a los devotos a comparar la situación generada por la pandemia con la Cuaresma cristiana. Les hizo ver que, tras el confinamiento, habrá " -como en la Pascua- "vida, resurrección y esperanza".
También la comisión valoró el logro que supone seguir manteniendo la romería aunque sea de un modo virtual para poder cumplir con el obligado confinamiento a la par que se hace lo propio con el santo y con los devotos, a los que espera poder reunir de nuevo el año próximo.
A la retransmisión -que proyectó imágenes de procesión, comida popular y actuaciones de Os Satélites y Treixadura- no le faltó detalle. Hasta tuvo chat en directo. A Eventos-Galicia-com le felicitaron por hacer posible lo que parecía imposible: dar continuidad a una romería centenaria pese al Covid-19.
