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El regreso a la vida de Albino Espiño

Este cruceño vecino de Piloño acaba de recibir el alta médica después de superar una cuarentena encerrado en su casa tras dar positivo tras volver de un viaje a Benidorm

Albino Espiño, ayer, en la huerta de su casa en la parroquia cruceña de Piloño.

El susto ya no se lo quita nadie, pero él es de los afortunados que una vez finalice el estado de alarma podrá contar que sobrevivió al coronavirus. Albino Espiño fue el primer caso oficial de positivo por Covid-19 de toda la comarca de Deza y desde el pasado fin de semana uno de los cada vez más españoles que engrosan las listas de curados. "El pasado sábado las doctoras que me estaban atendiendo dijeron que podría empezar a levantarme y salir por la finca porque saben que me gusta mucho estar allí. Eso sí, con todas las precauciones aún, pero bien", explica este enamorado de la horticultura y emblemático mandatario del SD Piloño, cuyo chándal luce mientras vigila sus hortalizas. El resto de su familia lo vigila de cerca porque todos saben que todavía es muy pronto para poder cantar victoria, aunque ya se pasara lo peor.

Albino Espiño recuerda perfectamente cómo empezó su relación con el virus. "Antes de marchar para Benidorm el día 9 de marzo en A Coruña, donde teníamos que coger el avión, yo ya no quería ir. Ya saliera un caso en Madrid y otro en A Coruña, y me fui nervioso", asegura. El popular vecino de Piloño confirmó sus sospechas durante el resto del viaje porque "cuando llegamos a Valencia y fuimos a coger las maletas vi muchas cámaras de televisión en el aeropuerto porque acababan de llegar los jugadores del Atalanta para jugar con el Valencia en la Champions a puerta cerrada. Eso también me dejó tocado". El particular calvario del cruceño se complicó poco después porque "cogimos el autobús hasta Benidorm, que nos llevó dos horas. Al llegar comí normal pero al día siguiente anduve con muchas precauciones porque estuvimos en varias aglomeraciones de gente. A los dos días empecé a toser, con un tos dura, y ya con falta de respiración. Fui a una farmacia a comprar un termómetro que me confirmó que tenía 40 de fiebre, y también me tomé unas pastillas".

La vuelta a casa tampoco fue sencilla para Albino Espiño ya contagiado por coronavirus. "Estando en el hotel vi en la televisión que el aeropuerto de Manises había cerrado tres días después. Cuando volvimos cogimos un tren desde Alicante a Madrid, donde hicimos una parada de 20 minutos antes de ir a Santiago, lo que me terminó de matar. Finalmente, llegamos a Piloño a las tres de la mañana, me metí en la cama y comprobé que me asfixiaba", recuerda. Al día siguiente, su familia hizo uso del teléfono habilitado por el Sergas para estos casos, y en unas horas se personaron en Piloño para conocer de primera mano el caso. Tal y como indica Espiño, "me hicieron la prueba y a las 48 horas me dijeron que diera positivo. Por un taxi me mandaron un aparato para controlar el oxígeno en la sangre. También estuve en contacto con mi médico de cabecera, don Francisco Avrillón, y así hasta hoy (por ayer)". El siguiente paso fue encerrarse en una habitación de su domicilio familiar con el móvil como única compañía, aunque no le hiciera demasiado caso. "No vi a nadie, ni siquiera a mi familia. Estuve encerrado dentro de una habitación, donde me pasaban la comida por una puerta para que yo la cogiera. Lo malo es que pierdes el olfato y no tienes ni ganas de comer. Durante quince días no comí nada. Ahora ya como bien", afirma un hombre que ya empieza a sonreír después de dos semanas hecho un manojo de nervios.

Agradecimientos

Albino Espiño no quiso dejar pasar la ocasión, ayer, de subrayar las numerosas muestras de ánimo procedentes de toda Galicia, en especial de distintos puntos de la comarca de Deza. "Además de la familia, tuve el apoyo de la gente del fútbol porque como sabes durante 20 años estuve vinculado al SD Piloño. También me llamó el conselleiro Román Rodríguez y llamé a José Crespo porque me dijeron que también él y su esposa estaban mal por culpa del coronavirus. Hablé con él y le dije que estuviera tranquilo porque los del PP salimos adelante. Incluso Jesús Otero y los que fueran concejales se preocuparon por mi estado. Le estoy muy agradecido a todo el mundo", indicó mientras la emoción le entrecortaba la voz. Porque Espiño sabe que ha vuelto a nacer después de que su caso trascendiera como el primero de una lista que desgraciadamente se ha ido incrementando con el paso de los días. Atrás quedan los 21 días que estuvo encerrado en una habitación aguardando buenas noticias. Ahora toca disfrutar, y mucho, de la segunda oportunidad que le ha dado la vida.

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