Toño Vilarelle está de estreno. Hace solo tres meses decidió arriesgarse, comprando un móvil nuevo. Adiós al viejo teléfono que lo acompañó durante muchos años y hola a la modernidad. Aquello le abrió un mundo nuevo por descubrir. A aplicaciones como el Whatsapp se unieron otras novedades como la posibilidad de grabar vídeos. Lo que puede parecer algo sin importancia más allá de un propio paso personal se convirtió solo unas semanas después en algo muy importante para el conocido como Mago Toño. Ese teléfono móvil y esa cámara se han convertido en poco tiempo en los grandes amigos del ilusionista estradense.
Todo comenzó por casualidad y en gran medida gracias al tiempo libre que le dejaba en obligado confinamiento en casa. "Siempre ensayo mucho y en ocasiones lo hago delante del espejo para ver cómo queda. En esta ocasión sin embargo estaba practicando una rutina de cubiletes y decidí grabarme con el móvil. No quedó nada mal, así que decidí hacer un vídeo con un truco para entretener a Hugo y a Alejandra, los hijos de dos amigos. Les gustó mucho, así que seguí haciendo más", recuerda.
De ahí a difundir sus grabaciones a través de las redes sociales para que todos los niños -y no tan niños- pudiesen disfrutarlas hubo solo un paso. "El objetivo es que la gente pueda disfrutar de la magia en sus casas y se anime un poco en estos momentos", explica al tiempo que reconoce que esta nueva aventura ha sido un reto para él a pesar de sus quince años de experiencia en la magia. "Es muy diferente hacer magia en directo que tener que grabarte. Yo tengo mucha vergüenza y cuando grabo he descubierto que lo llevo peor. Por eso decidí hacerlo gestual. Yo no hablo mucho en mi vida en general, así que preferí hacer los vídeos mudos", explica.
Una vez dado el primer paso, el Mago Toño se encontró con diferentes retos. Uno de ellos fue demostrar que los vídeos se hacían íntegros, sin cortes que escondiesen posibles trucos. Por este motivo, siempre incluye en sus grabaciones música que suena de fondo y relojes. De esta manera se puede ver si hay parones. En cuanto a la magia, esta difiere de la que hace en los espectáculos en directo, ya que en este caso prima la distancia corta para que todos los que ven los vídeos puedan apreciarlo mejor, mientras que en directo es al contrario. Esta modificación le obliga a realizar un arduo trabajo. "Para un vídeo de un minuto y medio a lo mejor trabajo seis horas porque son juegos que no suelo hacer sobre el escenario. Ahora estoy preparando un juego con monedas que no podría hacer en directo y que tengo que trabajar antes de grabar", nos comenta.
Toño Vilarelle ha apostado también por dar un aire diferente a sus juegos en estos vídeos. Para ello incluye elementos que encuentra por su propia casa y no aparece caracterizado de mago como acostumbra a hacer, sino con un chándal o algún disfraz. Así, lo podemos ver desde vestido de ciclista sobre una bici estática o metido en bañador en una piscina de plástico para hacer un truco con una tortuga. Sus vídeos esconden también muchos guiños a la gente de A Estrada, como la camiseta de apoyo a Álex Marque que luce en uno de ellos, del pintor Ramiro Cimadevila en otro, la música de grupos locales, entre otros.
El Mago Toño se muestra encantado con esta nueva ocupación en su confinamiento y que incluso ya le ha reportado un trabajo, grabar un truco de magia personalizado para enviar a un niña de tres años que estaba de cumpleaños.
