Este año, más que nunca y en el sentido más amplio, la Pasión de la Semana Santa se vivirá por dentro. La ampliación del estado de alarma por la crisis sanitaria del Covid-19 no permitirá que cofradías como la de la Santa Cruz de A Estrada cumplan con su cometido de engrandecer esta celebración extendiéndola a toda la ciudadanía en la calle, animando a los vecinos a sumarse a los pasos procesionales y oficios.
El párroco de A Estrada, José Antonio Ortigueira, recordó ayer que ya la nota de los obispos gallegos en vísperas de la declaración del estado de alarma preveía esta posibilidad y suspendía el precepto de las misas festivas y dominicales hasta el tiempo de Pascua, pasada la Semana Santa. Indicó, no obstante, que "se permite la asistencia a las celebraciones manteniendo medidas de seguridad y distancia en las mismas". Por tanto, aunque la celebración de la Semana Santa no podrá realizarse al estilo tradicional, quedando suspendidas las procesiones y concentraciones, Ortigueira explicó que los sacerdotes pueden realizar "una celebración privada a la que podría asistir un número pequeño de fieles", dependiendo siempre del aforo de los templos y manteniendo en todo momento las medidas sanitarias y distancias de seguridad. "Es importante entender la particularidad y excepcionalidad de las circunstancias", insistió el párroco estradense, que puso el acento en que a estos oficios acuden muchas personas de edad avanzada par las que la pandemia supone un riesgo mayor.
Indicó que lo que está recomendado la Conferencia Episcopal y el arzobispo es seguir por los medios de comunicación las celebraciones de la Semana Santa, apuntando también la oportunidad de aprovechar las facilidades que brinda internet para la catequesis, los modelos de Liturgia y conocer las lecturas de cada día. "Se invita a los fieles a participar de esa manera, poniendo en práctica la llamada Comunión espiritual, el deseo de recibir y participar en la Eucaristía en cuanto sea posible", apuntó José Antonio Ortigueira, que señaló que un decreto vaticano concedió recientemente la indulgencia plenaria "a personas que debido a la situación vírica de la pandemia no pudieran participar, expresando el deseo del arrepentimiento, rezando Credo y Padre Nuestro y orando por las intenciones del Papa".
Ortigueira expuso que parroquias de A Estrada y su entorno siguen el consejo de mantener iglesias abiertas con los sacerdotes disponibles para atender las necesidades espirituales, con las precauciones debidas. De hecho, apuntó que en la parroquia de San Paio se celebra todas las tardes una misa en la que participan un número muy pequeño de feligreses, orando por todos los enfermos y personas que han fallecido. Es por ello que la puerta de la iglesia se ve entreabierta. En estas celebraciones casi a puerta cerrada no participan más que media docena de personas
Ortigueira valora colocar para el Domingo de Ramos en las puertas de las iglesias ramos bendecidos, de forma que, a la gente que le coincida pasar en las salidas permitidas, puedan llevarse uno. Para el domingo de Pascua, la previsión es colocar agua bendita embotellada.
"Es muy importante tomar conciencia de que esto no es una broma, no es una gripe sin más ni una realidad cualquiera y, al mismo tiempo, no entrar en estado de pánico", apuntó el párroco. "Hay muchos medios para que las personas mayores y quienes quieran procesar y vivir su fe puedan sentirse partícipes" ,recomendó el sacerdote.
