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Vecinos y comerciantes de la calle Progreso se oponen a la supresión de aparcamientos

- Una memoria municipal que aspira a fondos europeos contempla plazas solo en un margen - El alcalde garantiza a una treintena de afectados que no se hará el proyecto sin consultarles

Cuiña y Peón recibieron a vecinos y comerciantes de Progreso en el salón de plenos. // Bernabé

La propuesta de humanización de Rúa do Progreso que maneja el gobierno de Silleda se ha topado con la oposición de vecinos y comerciantes por la supresión de plazas de aparcamiento. Una treintena se reunió ayer por la mañana en el consistorio con el alcalde, Manuel Cuiña, y la concejala de Urbanismo, Pilar Peón, quienes les explicaron que "no hay ningún proyecto, de momento", sino "tan solo una memoria" que presentó a una convocatoria europea de subvenciones.

En el documento figura un avance de la actuación, con plataforma única para la circulación rodada, velocidad limitada a 30 kilómetros por hora y aceras más amplias, a costa de dejar estacionamiento por un solo margen. También contempla la renovación de pavimentos, mobiliario urbano e incluso farolas, instaladas hace pocos años y muy cuestionadas por su débil iluminación.

Los asistentes al encuentro de ayer -solicitado el lunes por varios comerciantes- expusieron su preocupación por la falta de aparcamientos, cuestión que está pendiente de resolverse con el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM). Hubo quien propuso dejar esta reforma hasta disponer del parking que contempla el parque central proyectado entre la propia Progreso, Emilio Alonso y Avenida de Trasdeza, que recogía, entre otros, el mismo PSOE en su programa electoral. También se planteó la posibilidad de implantar estacionamiento por tiempo limitado.

El alcalde detalló pormenorizadamente los trámites que se llevaron a cabo para optar a la subvención europea -la UE financiaría el 80% de los 851.000 euros estimados-, en la que se tendrán en cuenta cuestiones como el ahorro energético y la reducción de emisiones de CO2. Por cuestiones de plazos, se optó por el tramo de Progreso para aprovechar el trabajo recogido en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), "un documento muy completo que recoge muchas y diversas cuestiones, pero que no es vinculante", aclaró.

La iniciativa fue desvelada la pasada semana por el BNG, que pedía al ejecutivo local que informase a la ciudadanía. Pero el regidor acusa a este grupo municipal de crear "una alarma innecesaria" entre los vecinos al dar a conocer una cuestión que se debatirá "en una mesa que ellos mismos propusieron". "Lo único que se hizo fue presentar una memoria, basándonos en el PMUS, para optar, por primera vez en este Concello, de forma directa a una subvención de la Unión Europea a través del programa IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía)", explicó a los vecinos.

"Nunca haremos un proyecto de estas características sin tener en cuenta la opinión de los vecinos. Nunca", les tranquilizó el alcalde", que les conmina a aguardar a la resolución de la convocatoria europea y, si fuera positiva, examinar distintas opciones para la humanización de la calle. "En todo caso, si no hay consenso, se renunciaría a la ayuda", prometió Cuiña, al tiempo que aseguró que "tenemos tiempo para debatir y pensar".

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