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A Estrada busca su bandera azul

El Concello recibirá la primera semana de febrero el proyecto que detallará la intervención más urgente en la playa fluvial de Liñares para abrirla a todos los estradenses

Imagen del arenal el pasado mes de agosto. // Bernabé/J.C.Asorey

Desde una terraza de A Estrada no se escuchará nunca el sonido de las olas rompiendo contra las rocas. No podrá percibirse el olor a mar. Sin embargo, el municipio si tendrá ocasión de izar su propia bandera azul. Está previsto que el próximo verano los estradenses puedan estrenar playa, en este caso a orillas del río Liñares. A la espera de concretar los detalles de esta apertura en el convenio que el Concello firmará con la Sociedad Deportiva Río Ulla -la entidad que gestiona este espacio natural-, el gobierno local recibirá en la primera semana de febrero el proyecto que determinará qué intervenciones resultan más necesarias en este recinto.

El documento que preparan los técnicos de la firma Idom se encargará de proponer las actuaciones más importantes y urgentes en este espacio, poniendo también una cifra a la intervención. Esta será afrontada, al menos en un primer momento, con fondos de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible (Edusi).

La actuación, tal y como explicó el alcalde, José López Campos, después de la visita realizada a la playa fluvial a comienzos del pasado mes de diciembre, exigirá la petición de informes de Medio Ambiente y Augas de Galicia, de tal manera que espera a disponer del proyecto para poder iniciar la fase de petición de informes sectoriales.

En el último mes de 2019 el mandatario reconoció que sería necesario realizar mejoras tanto en la zona de playa como en la amplia robleda existente en este recinto. Asumió el alcalde que es necesaria una importante intervención en baños, zona de vestuarios y también en las instalaciones destinadas al servicio de cafetería, así como en el área de juego infantil, cuya dotación es ya muy antigua. En todo caso, los detalles corresponde ahora aportarlos a los técnicos que estudiaron el recinto para plantear y cuantificar una posible actuación de mejora de todo el espacio que se espera abrir para uso y disfrute de la ciudadanía estradense, permitiendo que esta pase a ser la playa del casco urbano de A Estrada, sin limitarse el acceso únicamente a los socios de Río Ulla.

Antes de ello será necesario que el Concello y la citada sociedad deportiva rubriquen el acuerdo ante el que ambas partes testimoniaron hace meses una buena sintonía. De hecho, Río Ulla sometió la firma de este acuerdo a sus socios durante una asamblea.

Desde la entidad se indicó en la jornada de ayer que se mantiene a la espera ahora de que el Concello le haga llegar el modelo de convenio definitivo, después de que hace unos meses trascendiese un borrador en el que se establecía la cesión de la playa fluvial a la administración municipal por un período mínimo de 20 años, prorrogables. Por esta concesión la entidad percibiría una cuantía anual que todavía está por concretar. Trascendió también que los socios de Río Ulla mantendrían sus derechos en relación a este recinto, por ejemplo continuando con su acceso gratuito en el hipotético caso de que el Concello decidiese en algún momento establecer una tasa para disfrutar del recinto.

Tan pronto como se conozcan y estimen económicamente las obras se podrán dar pasos más en firme de cara a conseguir esta bandera azul para la "costa" estradense. No obstante, el Concello tendrá que salvar también la aprobación del presupuesto municipal para 2020, en el que tendría que reservarse una partida económica para la aportación que correspondería efectuar para la cesión. Cuando la playa de Liñares se abra al disfrute público llegaría el momento de plantearse una segunda aspiración: la conexión con la villa. Al fin y al cabo, toda playa merece un paseo marítimo.

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