El director xeral de Gandaría, Agricultura e Industrias Agroalimentarias, José Balseiros, anunció ayer en Lalín una futura ley de gestión de deyecciones ganaderas, que definió como "una iniciativa pionera de la Xunta" para mejorar este ámbito, fundamental en el agro gallego y que el año despertó cierta controversia por una normativa europea que obliga a enterrar los purines en vez de esparcirlos sobre los terrenos, para así reducir su nivel de contaminación.

Balseiros estuvo ayer en el aula de la UNED hablando, precisamente, de la normativa ambiental sobre la gestión de residuos ganaderos. Aprovechó su estancia en Deza para intervenir, ya en Agolada, en la V Xornada Técnica sobre a Mellora do Manexo do Gando Bovino, organizada por el colectivo Agolada Rural y en la que colabora la Consellería de Medio Rural.

Durante su discursos, Balseiros destacó que cerca del 80% de los planes de mejora aprobados en 2018 en Galicia corresponden a explotaciones de vacuno de leche y de carne. Esto se traduce en una aportación de más de 27 millones de euros en ayudas para este tipo de explotaciones. A mayores de estas ayudas, el director general destacó que la consellería a la que pertenece está trabajando en otros ámbitos, como las nueva ley de recuperación y puesta en valor de las tierras agrarias, o la mesa estratégica del sector lácteo, que está funcionando desde comienzos de año. Sobre esta mesa, Balseiros invitó a los ganaderos a asistir a las charlas informativas, de las que habrá una en la comarca dezana. Apuntó, además, que los seis municipios de Deza declararon en 2019 dentro de la solicitud unificada de la PAC unas 28.850 hectáreas, que suponen más del 28% de toda la superficie comarcal. La jornada técnica sobre manejo de bovino, por otra parte, incluyó conferencias sobre la prevención de la mamitis de origen ambiental, la situación del sector lechero fuera de Galicia o la genética gallega.