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Damián López - Peregrino

"Siempre digo que para mí el Camino de Santiago es una especie de terapia mental"

"Pienso que es algo que va a morir un poco de éxito y por eso prefiero esperar a las vacas flacas para regresar a la ruta"

Damián López Pérez, ayer, durante la charla-coloquio celebrada en la sede de la AED. // Bernabé/Ana Agra

El salón de actos de la Asociación de Empresarios de Deza (AED) acogió en la tarde de ayer la charla-coloquio impartida por Damián López Pérez y que se tituló "Santiago o Maior e a primeira peregrinación". La cita estuvo organizada por la Asociación Amigos do Camiño Lalín-Deza, AED, Viarum Dezae y los concellos de Lalín, Silleda, Rodeiro y Dozón. El evento contó con la presencia de este empedernido peregrino con más de 12 mil kilómetros de ruta jacobea.

-¿Cuántos caminos a Santiago lleva realizados hasta la fecha?

-Pues, la verdad es que no te podría dar una cifra porque más o menos desde hace unos diez años dejé de contarlos. Pero me atrevería a decir que de cualquier manera por encima de la veintena. Por supuesto, siempre variando rutas y combinando distintas épocas del año. Desde luego, sí que lo he hecho en todas las estaciones del año y estuve en el francés, en el primitivo, el portugués y muchos más.

-¿Cómo surge en usted hacer el camino durante tantas veces?

-Yo la primera vez que lo hice fue el verano antes de empezar la carrera. Tenía tres meses libres, escuché hablar de él y como que me llamó un poco la atención. Desde luego, no iba esperando nada en especial, y al final fue todo lo contrario porque me acabé enganchando. Al final hay cierto grupo de personas al que el Camino le engancha. Y no fue sólo que me enganchara el hecho de caminar en sí porque quería saber más a nivel cultural. Siempre digo que una persona caminando es como mejor conoce los sitios por los que pasa. Al final, estás con los lugareños un tiempo y siempre me atrajo el románico y su construcción religiosa. Luego fui probando desde otros sitios, me llamó la curiosidad y me puse a leer a historiadores. Quise visitar sitios por los que atravesaban ciertos caminos para saber más. Siempre digo que para mí el Camino de Santiago es una especie de terapia mental donde estoy yo solo, mis botas, mi mochila y el camino. También es algo muy enriquecedor a la hora de conocer Galicia y todo lo que tenemos.

-¿No cree que se ha perdido el carácter religioso primigenio del Camino de Santiago?

-Yo creo que lo primero de todo es que debemos saber que estamos en un itinerario religioso porque no deja de ser una ruta de peregrinación. Por lo tanto, lo primero es respetarlo porque caminando tantos caminos y teniendo tantos kilómetros encima llegas a ver gente que realmente peregrina porque son creyentes o porque realmente en muchos casos de gente que ya no está con nosotros era la última carta que les falta por jugar. Lo que pasa es que por otro lado la evolución del Camino de Santiago a dado pie a un turismo relativamente barato y, si me apuras, también a un turismo deportivo. Me refiero a que parece que es noticia hacer el Camino de Santiago desde Roncesvalles en bicicleta en un día. Pues, ¿qué quieres que te diga? Yo si cojo mi bicicleta y estoy 24 horas pedaleando igual también hago 800 kilómetros. Quiero decir que acaban asociando la fama del Camino de Santiago o lo que se sabe de él hoy en día como para meter a calzador supuestas proezas.

-¿No cree que hay rutas demasiado masificadas hoy en día?

-Sin duda. Hay ciertos tramos que están extremadamente masificados, sobre todo en ciertas épocas del año como puede ser el verano en España y eso es algo inevitable en los tiempos que vivimos. Lo que pasa es que cuando conoces más rutas procuras buscar las más alternativas. Por ponerte un ejemplo, yo personalmente creo que llevo unos siete años sin pisar el Camino Francés, que es la auténtica joya de la corona de la ruta. Escapo de ella porque simplemente no me siento nada a gusto en una ruta donde la mayoría de la gente pierde ese respeto del que te hablaba antes. Al final, lo terminan convirtiendo en un parque de atracciones temático. Es una pena.

-¿Cuándo tiene previsto volver a la ruta jacobea?

-Pues, ahora mismo no lo contemplo. Soy bastante activo en alguna red social relacionada con el Camino de Santiago y en ellas puse que el último que hice fue el Camino de Norte y que me cansé un poco. En las redes sociales escribí que había perdido la fe en la gente. Prefiero ser un peregrino de la vida y cuando el Camino me llame allí volveré. Acabo de ser padre y tengo un crío recién nacido, y sí que me gustaría el día de mañana poder acompañarlo con mi mujer, darle mi mochila y decirle que camine y que aprenda disfrutando. Ahora mismo el Camino no me está llamando como lo hizo en su momento para acabar haciendo miles de kilómetros. Pienso que es algo que va a morir un poco de éxito y prefiero esperar a las vacas flacas para regresar a la ruta.

-¿Sigue vinculado al rugby?

-Lo dejé al año siguiente de ganar la liga con las chicas y de ir a Pamplona a la famosa fase de ascenso. Simplemente necesitaba tiempo y al final fueron cuatro años bastante intensos con el equipo femenino del Rugby Lalín. Fue un trabajo bastante duro y necesitaba airear un poco la cabeza. De todas formas, guardo magníficos recuerdos de todo aquello porque éramos una gran familia y porque juntos hicimos grandes cosas. La verdad es que fue todo muy bonito. Conquistar la liga de la forma en que lo hicimos y las ganas con las que viajamos a tierras navarras es algo que recordaré siempre. Por lo que sé siguen trabajando muy bien en el club y espero que los éxitos lleguen porque se lo merecen.

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