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Manuel Rodríguez Rodríguez: "En el año 82 encendíamos con una llave por la mañana los semáforos del centro"

El jueves 28 de noviembre será homenajeado por sus compañeros con una comida

Rodríguez, ayer, en la escalera del antiguo Concello. // Bernabé/J. Lalín

El próximo día 28 de noviembre sus compañeros le organizan un homenaje con motivo se su jubilación. A pesar de que ésta tuvo lugar el pasado mes de marzo, Manuel Rodríguez Rodríguez compartirá mesa y mantel con todos los que quieran acompañarle en el acto de reconocimiento a sus 36 años como policía local de Lalín.

-¿Qué recuerdo tiene de todos esos años de servicio en Lalín?

-Como sabes, al principio éramos muy poquitos en Lalín. Cuando yo empecé sólo estábamos cuatro o cinco agentes y recuerdo que en la calle A había muy pocos edificios. El pueblo creció un montón desde entonces pero nosotros en el año 82 no teníamos coche, por ejemplo. Había semáforos en el centro, en el Kilómetro 0 y también junto a la estatua de los caballos y había que encenderlos por la mañana con una llave que teníamos. Entré en la Policía Local con Cuíña padre de alcalde hasta que marchó para la Xunta, después llegó Crespo, que fue con el que más estuve, y también con el hijo de Cuíña.

-¿Con qué se quedaría?

-Sin duda, que los compañeros del servicio al principio éramos como una gran familia muy unida. Íbamos a los bautizos y demás celebraciones todos juntos e incluso a trabajar unos en las casas de los otros ayudándonos en todo lo que podíamos. Te hablo de la enorme amistad que surgió entre todos nosotros en tiempos que afortunadamente nada tienen que ver con lo que ahora sucede en Lalín.

-¿Piensa que a la policía municipal habría que dotarla de más competencias de las actuales?

-Por supuesto, pero también habría que darle más medios de los que tiene. Me acuerdo cuando empezamos a realizar las pruebas de alcohol con instrumentos muy rudimentarios y todavía hoy andan con aparatos muy antiguos que están totalmente obsoletos para poder realizar un servicio en condiciones. También hace falta más agentes, por su puesto. Ahora mismo creo que hay tres o cuatro plazas vacantes que no se cubrieron. Lo de la falta de personal es algo que viene de muy atrás. Yo creo que tanto el tema de los medios como e del número de agentes se deberían afrontar de una vez por todas porque todos saldríamos ganando.

-¿A qué tiene pensado dedicarse a partir de ahora como jubilado?

-No sé si sabes que tengo unas colmenas de mi propiedad a las que ahora les puedo dedicar más tiempo. Los que somos de aldea siempre tenemos qué hacer en algún terreno con lo que pasar el tiempo del que ahora puedo disponer. Tengo que reconocer que se me hicieron muy raros los primeros días de la jubilación porque como sabes en la policía tenemos unos turnos raros de trabajo de mañana, tarde y noche. Eso hace que al principio tardes bastante en adaptarte a esta nueva vida que llevo. Tenía el sueño cambiado y ahora por fin puedo llevar la cosa mejor e incluso más ordenada que antes. A partir de ahora tengo pensado tomarme la vida de otra forma porque son muchos años con esos turnos.

-¿Le hubiera gustado dedicarse a otra profesión en su vida?

-La verdad es que no me quejo. Fui toda la vida policía local, pero antes de sacar la plaza me llegué a presentar también a unas plazas que había en Correos. La verdad es que mientras estaba preparando las oposiciones a Correos salió lo de la policía local, me presenté y afortunadamente me salió. Recuerdo que fueron cuatro exámenes y al final llegamos sólo dos. Espero poder encontrarme con todos mis compañeros en la comida de día 28 porque me hace mucha ilusión.

-¿No le hubiera gustado que cualquiera de sus dos hijos le hubiera sucedido en el cuerpo?

-La verdad es que a ninguno de los dos se les dio por ahí. Ni a él ni a ella. Los dos tienen sus vidas muy bien encauzadas, y uno hasta hizo medicina y todo. Nunca me gustó influenciarlos en este asunto porque creo que deben ser ellos mismos los que decidan qué quieren ser en realidad en la vida.

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