En pocos días comenzará en A Estrada la recogida de la manzana que los productores locales han estado mimando en los últimos meses. Pendiente de todo el proceso estará el técnico de la cooperativa Ullama, Miguel Soto, que asistió hace 17 años a la expansión de un sector que no ha parado de crecer y que ahora ve como próxima meta el triunfo de la sidricultura estradense. Sidra de calidad que se haga un merecido hueco en todos los establecimientos hosteleros.

-Como técnico de la cooperativa Ullama, ha seguido bien de cerca la evolución de la cooperativa y ha podido asistir al nacimiento y expansión de un sector que ahora ocupa espacio informativo y se postura como un referente de la manzana y la sidra en Galicia. ¿Cómo lo vivió?

-Tuvo sus arranques y sus frenos. Cada equis tiempo nos reunimos con el grupo Estrella Galicia para saber si su expectativa es seguir acaparando la producción, que en principio parece que sí. Pero sabemos que es interesante que la industria local se potencie.

-Los productores integrados en la cooperativa partieron con el aval de que tenían garantizada la compra de su fruto.

-Sí, y lo está manteniendo. Pero también está el factor escala. Cada año producimos más. La cooperativa en cinco años puede estar en los dos millones de kilos. Vamos creciendo porque las plantaciones van entrando en producción.

-¿Cuál ha sido el salto? ¿Con cuántos kilos comenzó a comercializarse en conjunto la manzana estradense para la elaboración de sidra ecológica?

-Cuando se empezó a recoger andaba en los 100.000 kilos la cooperativa, hace diez años en las primeras entregas a Chantanda. En menos de una década llegó al millón. Y esto va aumentando. Hay más gente que está plantando, gente también de los alrededores, de otros ayuntamientos próximos. Ahora mismo andaremos en las 100 hectáreas y empezó con 15.

-¿Qué factores pesaron para convertir al municipio estradense en una potencia gallega dentro de este ámbito?

-A Estrada ya tenía. Era recuperar lo que ya había. Un día estaban hablando dos señores mayores y uno le dijo al otro: "Manolo, esto fue lo nuestro siempre. Lo dominamos". Era algo histórico que había que recuperar. Hay una cultura, una tradición. Hubo gente que lo recuperó en sus casas y otros que plantaron, porque conocen el fruto. Ahora desarrollar la sidrería es desarrollar la fruticultura. Hay que ir especializándose. Este año saldrán los resultados del campo de ensayo de Agar y todas las nuevas plantaciones habrá que irlas orientando a esas nuevas variedades porque hay que hacer unas sidras distintas. Escapar de las ya registradas en Asturias e ir a unas registradas aquí, en Galicia, para hacer una sidra distinta, no hacer todos el mismo producto. Sidra con variedades autóctonas gallegas. Ese es el futuro.

-La apuesta por lo ecológico fue clave. ¿En qué momento supieron que el camino debía ir por ahí?

-Fue por una cuestión de mercado. Con estos acuerdos se fija un precio, una estabilidad. La gente hace sus números con la previsión de mercado, no esperar a ver a cómo va. Eso con un producto fresco es una locura. El camino iba por aquí por una cuestión de estabilidad de precio.

-Se puede afirmar que A Estrada es actualmente la capital de la manzana y la sidra de Galicia?

-En producción sí, porque es lo que te dicen las industrias, que es quienes tienen el dato. Hay una administración que nos está controlando, además, para dar esa calidad.

-¿Es esta una alternativa productiva para quienes quieren vivir del campo?

-Qué da negocio en el campo es muy difícil y no hay nada que sea jauja. Ahora en la cooperativa estamos intentando mecanizar para que no se dispare el tema en jornales. Una persona que tiene cuatro hectáreas no es capaz de recoger sola, por mucha familia que tenga. Hay que tener la gente contratada. Sí, se están generando puestos de trabajo pero la sidra tiene que consumirse más para no ir dentro de cinco años al colapso, que no se venda, que caigan los precios y que luego empiece el abandono y la marcha atrás.

-¿Es por ahí por donde tiene que evolucionar el sector? ¿Por desarrollar esa sidricultura?

-Sí, por la sidra de calidad y su consumo. Hay que mimar las sidrerías que hay aquí, hacer una promoción conjunta y que la gente consuma. Ir a sidras de calidad, con su precio, porque si la sidra tiene precio redunda en el precio de la manzana.

-Dicen con frecuencia desde el sector que la hostelería tiene aquí un papel importante.

-Sí, en A Estrada es lo que falta: que la hostelería se involucre. No puede ser que vayas a un sitio y que no haya sidra, porque no caduca.

-¿Tendrían cabida en este afianzamiento la apertura de sidrerías?

-Sí, modelo vasco. Con comida. Puede hacerlo el propio sector, montar su local, o uno que ya esté funcionando que añada sidrería.