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La eterna crisis del sector primario y Los precios y la falta de relevo, claves en el sector

Durante la última década, echaron el cierre más de 1.200 granjas de vacas y terneros

En concellos como A Estrada han caído a la mitad -Aunque baja el número global de hembras, sí aumenta en las explotaciones de Lalín, Rodeiro y Dozón -Silleda y Forcarei giran su producción hacia el ganado de carne

La demografía también afecta a las vacas. Entre la falta de jóvenes que tomen el relevo al frente de las granjas de sus progenitores, las normativas europeas cada vez más estrictas a nivel ambiental, parcelarias con trámites que duraron hasta 20 años y los daños de la fauna salvaje en cultivos y ganado, era más que lógico que la zona norte de Pontevedra fuese perdiendo fuelle en las explotaciones de bovino. Deza, más que Tabeirós, sigue siendo un referente en cuanto a productor de leche, pero el escenario obliga a pensar en el futuro.

Los datos del IGE sobre el número de explotaciones bovinas por municipios y comarcas indican que el año pasado (es el dato más reciente) había en las dos comarcas 3.165 granjas. Son, exactamente, 1.236 menos de las que se contabilizaban diez años atrás. Bien es cierto que en 2008 Cerdedo formaba parte de Tabeirós Montes (tenía en ese año 77 granjas), y que ahora Cerdedo-Cotobade, a efectos estadísticos, forma parte de la comarca de Pontevedra. Pero poco puede influir este municipio, de escasa tradición granjera, en el resultado final.

De esas 3.165 granjas, 2.289 se ubican en tierras dezanas, mientras que el resto se reparten entre las 499 de A Estrada (que, por cierto, en 2008 tenía poco menos del doble, 887) y las 181 de Forcarei (276 en 2008). Pero volvamos a Deza. Aquí, el cierre de explotaciones también afectó a todos sus municipios, y de forma especial a la cabecera. Lalín sigue al frente de la lista en cuanto a granjas de bovinos, con 749 explotaciones, pero es que una década antes rebasaba el millar, con 1.033. La caída de Silleda ha sido más ligera, pasando de 671 a 444. Rodeiro, con casi la tercera parte de la población de Silleda, le sigue a la zaga en cuanto a granjas de bovino, ya que en la actualidad cuenta con 367. En diez años perdió solo 87, lo que da una idea del peso que tiene la ganadería como pilar económico. En Vila de Cruces el descenso ha sido notable, pues pasó de 503 a 347 granjas. En cuanto a los dos municipios restantes, Agolada descendió en 71 granjas y ahora contabiliza 225, mientras que Dozón, tras cesar 47, tiene activas 157.

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Los datos del IGE permiten, además, ver la evolución del número de cabezas en las explotaciones, tanto por bovinos en general como solo por vacas (y aquí, distingue, entre las de ordeño y las de carne). Pues bien, a finales del año pasado en las explotaciones de las comarcas estaban censados 83.197 animales. Son sólo 727 menos de los que había hace 10 años. ¿Qué quiere decir esto? Pues que cierran explotaciones, sí, pero las que continúan aumentan su volumen de cabezas bien para producir más o bien para diversificar su actividad combinando, por ejemplo, la producción de leche con el cebo de terneros. Así es que en municipios donde la producción bovina tiene una especial incidencia, aumentan sus cabezas: ocurre en Lalín (que eleva su censo de 25.512 a 26.870 reses); Rodeiro (de 13.228 a 14.664) y Dozón (de 5.758 a 6.430). Son incrementos de 700 a 1.600 animales. En los otros tres concellos dezanos pasa lo contrario: Silleda reduce su censo en 482 cabezas y se queda en las 12.895; Agolada cede 633 y marca ahora 5.366; y Vila de Cruces pierde 405 para contabilizar 6.209. En total, en Deza hay 72.434 bovinos, y en Tabeirós-Montes, 10.763. Son los 6.687 que aportan las granjas de A Estrada (tras ceder 1.370) y los 4.076 de Forcarei (que bajó en 375).

Deza, donde hay una vaca por cada persona

El titular es llamativo, también lógico, pero invita a la reflexión. El año pasado, en Deza había 41.989 vacas, mientras que aquí residen 40.063 habitantes. Pero hubo tiempos mejores: en 2008 el número de vacas llegaba a las 43.639. Decíamos que el precio de la leche, los destrozos de la fauna y la carestía de materias primas obliga a cerrar granjas o a diversificar producción. Pues bien, en las vacas de ordeño (son 32.682 en Deza), solo aumenta su número en Rodeiro, en torno a medio millar, y pasan a 7.205. También es verdad que Lalín baja sólo en siete cabezas y mantiene 12.342 vacas de leche. Pero si hablamos de vacas de carne, queda clara la tendencia de los profesionales del agro: la cifra en Dozón aumenta en casi 300 animales y sube a los 1.266; mientas que Lalín gana en torno a 140 y aporta 2.650, y Silleda certifica este giro a la producción cárnica con 1.020 reses, casi 200 más de las que tenía en 2008. Ocurre lo mismo en A Estrada (con 1.394 vacas de carne, unas 130 más) y Forcarei (con 796, ganando 221).

La subida ya es más generalizada en el capítulo de terneros: suben en 2.776 cabezas y en toda la zona hay 34.984. Aquí, Tabeirós pierde cabezas, igual que Agolada. Sin embargo, en Rodeiro el aumento de terneros de cebo es de 1.244 reses, muy cercano a las 1.234 que gana también Lalín, mientras que Silleda incrementa su cabaña en 714 reses, y Dozón, en 510. Cruces solo sube en 26.

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