Durante la elección del décimo, muchos turistas y vendedores aprovechan para entablar conversación, momento en el que se cuentan todo tipo de anécdotas. Las más recientes ocurrieron en las administraciones 1 y 2 de Silleda y Lalín, respectivamente.
En Trasdeza, un señor nativo de Galicia que vivía en Huesca capital se acercó hasta la delegación para comprar un décimo con la fecha de su cumpleaños, que coincidía con el día del Apóstol. El vendedor no tenía aquí ese décimo y buscó en internet donde se encontraba y ver si se lo podía conseguir. La sorpresa fue que ese número en concreto lo había en el mismo lugar donde vivía el señor: "Es curioso como esta persona buscaba un número lejos de casa, y al final lo tenía al lado", afirma el vendedor.
Por otro lado, en la capital de Deza, un señor de Asturias, que se encontraba de vacaciones en Galicia, se acercó hasta la administración Nº2 para comprar un determinado número porque había soñado con que le tocaba el Gordo y esas cifras salían en el supuesto décimo. Tenía así el presagio de que ese sueño se cumplirá el próximo día 22 de diciembre.
Cualquier excusa es válida para probar suerte en cualquier punto de España, demostrando que aunque no toque la lotería, la esperanza, en estos casos, es lo último que se pierde.
