La temporada alta de riesgo de incendios forestales comenzó el pasado día 1, y en teoría ya desde el pasado 31 de mayo tenían que estar sin maleza ni especies pirófitas las franjas secundarias, es decir, los 50 metros inmediatos a viviendas y núcleos de población. Desde entonces, los trabajos de puesta a punto estivales en pistas y cunetas se combinan también con el desbroce de estas franjas, aunque en general los concellos apuntan a una mayor concienciación ciudadana, de modo que por el momento no hubo que imponer sanciones económicas, a la vez que también disminuyeron las denuncias de vecinos por fincas próximas sin limpiar.
El regidor de Silleda, Manuel Cuíña, apunta que los avisos de vecinos "bajaron de forma muy considerable. Si el año pasado recibíamos varias denuncias al día, ahora suele entrar una por semana". Cuando se produce una alerta de este tipo, la administración local notifica al propietario de la parcela su obligación de limpiarla, y le da un plazo de 15 días. Si al transcurrir este tiempo la parcela sigue igual, el Concello de Silleda comunica la situación a Medio Rural para que sancione, con multas que oscilan entre los 100 y los 1.000 euros, pero que se disparan a los 100.000 si se trata de incumplimientos reiterados. Cuíña, en este punto, reitera que la imposición de las sanciones corresponde a Medio Rural. Y, respecto a la limpieza subsidiaria de las fincas, manifiesta las dudas que en su momento esgrimió el exalcalde de Agolada, Ramiro Varela. "Tenemos un informe del anterior secretario [Manuel Quintáns, ya jubilado], según el que no se permite entrar en una finca privada sin una orden judicial, por eso insistimos en pedirle a Medio Rural y a la Fegamp que aclaren esta cuestión".
Precisamente en Agolada el nuevo gobierno de Luis Calvo está echando mano tanto de maquinaria municipal como de la mancomunidad para poner a punto las zonas inmediatas a aldeas y viviendas. El regidor insiste en que "todos los lugares estaban abandonados, incluso con las cunetas tapadas y las tajeas cubiertas de tierra", con lo que estaban inutilizadas en caso de aguaceros.
Desde Vila de Cruces, la futura concejala de Sector Primario, María del Carmen Silva, apunta que este año, al igual que en las primaveras anteriores, también hubo denuncias por fincas con maleza cerca de viviendas. Ahora, el nuevo gobierno se afana también en su puesta a punto, pero por el momento no fue necesario elevar ninguna desobediencia a la norma para que Medio Rural impusiese multas.
En cuanto a dos de los municipios más pequeños de la comarca, Rodeiro y Dozón, el primero es uno de los 34 concellos gallegos que cuenta ya con un plan municipal de prevención de fuegos, y una de sus parroquias, Arnego, forma parte de la lista de 68 parroquias gallegas en las que actuará directamente Medio Rural, hasta 2022, para atajar el problema de los fuegos forestales. Estas 68 parroquias fueron seleccionadas por la virulencia de sus fuegos, el riesgo de ocurrencia o los medios para hacerles frente. El gobierno rodeirense ya mantuvo un encuentro con los vecinos de Arnego para explicarles esa medida, y habrá más para animarlos a sumarse al convenio que les permite el desbroce bonificado. El año pasado Rodeiro dispuso de dos ingenieros forestales, que aportaron los datos precisos para ese plan municipal, y en este ejercicio cuenta con una ingeniera. El alcalde, Luis López, apunta que el año pasado sí hubo un repunte de denuncias contra fincas sin limpiar, quizá por la labor de concienciación que hizo la propia administración. Pero también añade que "en torno al 30% de denuncias obedece a rencillas entre vecinos e incluso entre familiares".
Si Arnego es una de esas 68 parroquias prioritarias, hay 2 en Dozón (Bidueiros y Santa María), que año tras año figuran en el Pladiga como parroquias de alta actividad incendiaria. En Bidueiros, en los últimos cinco años se detectaron 18 incendios, y en Santa María, 31. El ejecutivo local no tuvo que realizar notificaciones a los vecinos, y su labor se centra estos días en la limpieza estival de pistas con el tractor municipal.
Medios de extinción
Por otra parte, y pese a que la temporada alta de incendios, como decíamos, comenzó hace casi un par de semanas, la Consellería de Medio Rural aún mantiene abierta la licitación de diversos medios de extinción de incendios forestales, tal y como aparece en su web. El pasado 29 de mayo abría el proceso para incorporar 2 helicópteros y brigada para el periodo 2019-2022, por un importe de 8,49 millones de euros. Este año, habrá un helicóptero disponible en los cinco meses que quedan de 2019, mientras que en 2020 uno estará activo todo el año y otro, cuatro meses. En 2021, uno volverá a estar disponible todo el ejercicio, y el otro, seis meses, mientras que en 2022 la relación será de 6 meses para uno y de 3 para el otro. La brigada helitransportada estará activa 4 meses en 2019, 9 tanto en 2020 como en 2021 y 4,5 meses en 2022. También está pendiente la adjudicación del servicio de dos aviones de carga en tierra, por 1,85 millones de euros y desde 2019 a 2021. Las dos aeronaves prestarán, en total, 929 días de servicio y además del acopio de agua también se encararán de tareas de vigilancia para detectar e informar sobre los incendios.
