El Casino de Lalín celebró anoche su asamblea general anual en la que se realizó un balance del pasado ejercicio. La sociedad presidida por Alberto Granja cerró el capítulo económico con un superávit de 1.874 euros y, según expuso su máximo representante, dando además cumplimiento al plan económico marcado.

La entidad sigue arrastrando un problema común a estas sociedades: un escaso número de miembros que, en algunos casos, condicionó su continuidad. Actualmente son 158 los socios que tiene este Círculo de Recreo, una cifra que está bastante por debajo de los 230 que había, por ejemplo, en abril de 2013, cuando la sociedad arrastraba un déficit de cerca de 500 euros mensuales. La gestión económica es favorable, pero el casino precisa ganar masa social, pues las cuotas de los socios representan la principal fuente de financiación, al aportar 33.285 de los 40.379 euros de los ingresos computados el año pasado.

En el capítulo de gastos se incluyeron los abonos correspondientes a las mejoras acometidas en el edificio. Así las cosas, a gasóleo para alimentar el sistema de calefacción se destinaron 3.167 euros. Otros 5.267 corresponden a la amortización del préstamo suscrito para la ejecución de las obras en la segunda planta, la adquisición de una nueva caldera y otras reformas en la edificación. En luz se gastaron 3.748 euros y en reparaciones del sistema eléctrico -sustitución de cableado antiguo, entre otras- fueron otros 1.921. También se expuso a los presentes que para arreglos en fontanería se habilitaron 1.434 euros y 2.056 para tributos municipales. Los gastos en limpieza ascendieron a 2.059 euros; 1.945 fueron para la compra de periódicos y revistas, 1.494 para Internet y televisión y 1.066 para la asesoría. También se destinaron fondos de la sociedad para la organización de distintas actividades culturales o conciertos. En este caso fueron, en concreto, 1.600 euros. El resto de los importes corresponde a seguros, arreglo de mobiliario, revisión de extintores o contratación de personal por horas para el servicio de conserjería en días puntuales como el Cocido o las fiestas patronales. Ya para este año, la directiva pretende dar continuidad a mejoras en el edificio con el pintado de algunas de sus dependencias o la decoración de la cafetería situada en la planta baja.

Problemas estructurales

Granja señaló que pese a los últimos trabajos acometidos en el edificio, los atascos en las canalizaciones interiores, la mejora de los radiadores del sistema de calefacción o las filtraciones en el tejado son algunas de las carencias que arrastra este inmueble. El Casino de Lalín celebrará el próximo año elecciones a la presidencia, una vez que la junta actual tomó posesión a mediados de 2016.