Ninguno de los concellos de Deza y Tabeirós-Montes está entre los 41 gallegos que se han visto beneficiados por proyectos de las denominadas Áreas de Rehabilitación Integral (ARI). Estas intervenciones se pueden acometer mediante declaración expresa por resolución del Instituto Galego da Vivenda e Solo (IGVS) o a petición de las administraciones municipales interesadas en que se declare un área en su territorio.
Para impulsar estas intervenciones encaminadas a la recuperación del patrimonio inmobiliario y, por otro lado, hay un apartado exclusivo para los territorios atravesados por alguna de las rutas jacobeas. En este último caso, este año se incluyó el Camiño de Inverno -que beneficia a Lalín y a Rodeiro- y el Camiño Portugués da Costa. El acuerdo con el Ministerio de Fomento establece que el importe de subvenciones para esta anualidad es de 1,5 millones de euros. Con anterioridad la capital dezana, A Estrada, Silleda y Dozón ya eran potenciales beneficiarios al estar sus territorios dentro de la Vía da Prata.
El procedimiento de declaración a instancias del ayuntamiento se iniciará mediante una solicitud dirigida al IGVS acompañada del acuerdo municipal, la delimitación del ámbito propuesto, determinación del planeamiento vigente y parámetros urbanísticos por los que está afectada el área propuesto y el compromiso para crear o mantener una oficina municipal de rehabilitación, con medios suficientes, para la gestión y el impulso de actuaciones de rehabilitación en el ámbito. Por eso en cada concello beneficiario de un ARI tiene una sede permanente. Bajo el epígrafe de áreas de rehabilitación general entran
Son las áreas de rehabilitación integral que no pertenezcan a ninguna de las categorías consideradas en otros apartados y en este supuesto el ámbito delimitado deberá tener como mínimo 50 viviendas. Las de los conjuntos históricos son para aquellas zonas con inmuebles declarados Bien de Interés Cultural (BIC) y cuente con un plan especial de protección. En este supuesto, el ámbito delimitado deberá tener como mínimo 50 viviendas. Y las áreas de rehabilitación rurales pueden ser beneficiarios ayuntamientos menores de 5.000 habitantes y su configuración sea predominantemente rural. En este supuesto, el ámbito delimitado deberá tener como mínimo 20 viviendas. Las ARI de los Caminos de Santiago afectan principalmente la viviendas unifamiliares pero también pueden verse beneficiados edificios colectivos. Afecta a ámbitos principalmente rurales, aunque también toca importantes zonas cascos urbanos. Abarca un buen número de edificaciones protegidas por el Camino de Santiago, pero muchas otras edificaciones, según explica el propio documento de la Xunta, no están sometidas la ningún tipo de protección. Los distintos ramales los trazados jacobeos, una vez identificados por los organismos competentes, serán protegidos por delimitaciones a partir de una banda de 30 metros de profundidad a cada lado de la traza del camino.
En la provincia de Pontevedra los ARI fueron desarrollados en los concellos de Baiona, Cambados, Cangas, Poio, Marín, Tui y Caldas de Reis. También Vigo -cuatro proyectos-, otros tres en Vilagarcía y dos en Pontevedra. La mayor parte de los casos tienen que ver con iniciativas de rehabilitación de cascos históricos o barrios. En A Coruña los concellos que se han visto beneficiados por rehabilitaciones de entornos inmobilarios son: Rianxo, Santiago de Compostela, Betanzos, A Coruña, Corcubión, Ferrol, Muros, Neda, Noia, Mugardos y Padrón. También 11 son las localidades lucenses que pudieron llevar a cabo estas iniciativas: Chantada, Lourenzá, Mondoñedo, Monforte de Lemos, Quiroga, Sarria, Sober, Ribadeo, Vilalba, Viveiro y Lugo. Y en Ourense son los de: Verín, Vilar de Santos, Castro Caldelas, Allariz, San Cibrao, Celanova, Xunqueira de Ambía, Ourense y Ribadavia.
